El emigrante de Celanova tenía 69 años y vivió toda su vida en Francia, desde que decidió abandonar su lugar de nacimiento para buscar trabajo en el extranjero. Jubilado desde hace años, se dedicó profesionalmente a la albañilería y la carpintería. Una vez finalizados los compromisos laborales, el matrimonio aprovechaba para prorrogar sus estancias en Amoroce cada vez que visitaban el lugar.
La pareja fallecida en el accidente de tráfico tenía cinco hijos y varios nietos.