El poder local fija el rumbo del PSdeG

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Miguel Souto

El proyecto gallego de Besteiro pierde fuerza ante el peso de los aparatos municipales

02 dic 2014 . Actualizado a las 08:24 h.

De la misma forma que el fútbol fue definido, en la afortunada frase de Gary Lineker, como el juego de once contra once que al final siempre gana Alemania, las primarias del PSOE gallego van camino de consagrarse como las elecciones que enfrentan a dos candidatos, pero que gana siempre quien controla el aparato. Eso es lo que ocurrió en la jornada dominical del 30-N, donde el jefe o los jefes de la taifa socialista de cada localidad se encargaron de imponer su ritmo en el PSdeG, en buena medida por la alergia que parece tener la dirección gallega y su secretario general, José Ramón Gómez Besteiro, a jugar sus propias cartas para construir un proyecto verdaderamente gallego.

Pilar Cancela, la secretaria de organización del PSdeG-PSOE, loó de forma entusiasta las primarias socialistas en la noche del domingo porque «as casas do pobo enchéronse de militantes». Y es cierto, la participación fue muy elevada en casi todos los casos, pero no se puede soslayar que siempre ganó quien tenía que ganar, es decir, aquel que contaba con el respaldo de los jefes del aparato, sin reparar en que el candidato más valorado socialmente era el otro, como ocurrió en Santiago y en Ferrol, según la encuesta difundida por Sondaxe.

Mirando el resultado del PSdeG a vista de pájaro, podría concluirse fácilmente que las primarias de las ciudades las ganaron los candidatos que hasta ahora apoyaban abiertamente a Besteiro, mientras que en las elecciones de la provincia de A Coruña se impusieron aquellos que jugaron a ser sus adversarios internos. Pero esto requiere de bastantes matices.

Hay que tener en cuenta que, en todo este proceso, Besteiro jugó a no jugar. Proclamó en todo momento su neutralidad, del mismo modo que lo hiciera con el congreso federal del PSOE, si bien en aquel caso acabó aflorando el trabajo subterráneo realizado por su gente en Lugo, que le permitió a Pedro Sánchez lograr más de siete avales en esta provincia sin apenas pisarla por cada uno que obtuvo Eduardo Madina.

Ganadores locales

Pero este caso no fue el del congreso federal. Esta vez el líder del PSdeG sí se mantuvo de perfil, sin jugar la baza de sus propios candidatos en cada ciudad, una actitud que también supone una cesión de influencia. Eso implica que en A Coruña, por ejemplo, ganara Mar Barcón, y no Besteiro; o que en Ferrol se impusiera Beatriz Sestayo, que no el secretario general; y lo mismo en Santiago, donde la partida la ganó Francisco Reyes y quienes controlan el aparato local.

Con esta actitud, el número uno de los socialistas evitó el tener que pisar terreno minado, pero también perdió la oportunidad de extender su influencia más allá de la provincia de Lugo para que, llegado el caso, en el futuro nadie ose discutir su proyecto político y la alternativa que intenta forjar en Galicia.

Eso es algo que se aprecia nítidamente en la provincia de A Coruña. Besteiro y su lugarteniente en el partido, Pilar Cancela, aprovecharon la crisis que estalló el pasado julio en el PSOE coruñés para apartar de la escena al exministro Francisco Caamaño, visto por algunos como potencial competidor de Besteiro en el partido, y tras ponerle fecha al reemplazo de Caamaño, el líder del PSdeG se retiró del juego abandonando a su suerte a quienes hasta ahora lo apoyaron desde la provincia coruñesa, algo que dejó muy malherido al candidato perdedor, el alcalde de Oroso, Manuel Mirás, que tiene plaza en la ejecutiva gallega junto a Besteiro, pero que también enfrió sus relaciones con el sector mayoritario de las ciudades de A Coruña y Santiago, y otros miembros de su ejecutiva como Rey Couselo o Iván Puentes.

La jugada de Ourense

Y en el caso de Ourense, otro tanto de lo mismo. El secretario general del PSdeG tenía todas los boletos comprados para ganar las primarias ourensanas en caso de que las perdiera Pachi Vázquez, como ocurrió, y tanto por ser su predecesor en el partido, sino porque hasta el momento estuvo jugando orgánicamente en el equipo contrario al de Besteiro.

No obstante, desde la organización del partido en la ciudad de As Burgas, el sector paquista entiende que el responsable del PSdeG se la jugó en un intento de cambiar paz por territorio, al pedirle a Carmen Dacosta, secretaria general, y Vázquez Barquero que se integraran en una candidatura encabezara por Pachi Vázquez, algo que rechazaron al optar por dar la batalla.

Las primarias, por tanto, dejaron algunas heridas y mucho resquemor. Dejaron un PSdeG rendido ante el poder local.