El diputado Juan Manuel Fajardo (Vilagarcía, 1973) se erigió desde su llegada al Parlamento gallego, en el 2012, en el principal látigo de la conselleira de Traballo, Beatriz Mato. Este informático de profesión, bregado en el sindicalismo y que encabezó en tres ocasiones la candidatura de Esquerda Unida a la alcaldía de capital arousana, nunca eludió los choques y los encontronazos dialécticos con la conselleira, hasta el punto que ya le costaron una expulsión del pleno.
Ocurrió el pasado 12 de marzo. Con los disturbios provocados tras la manifestación de los pescadores del cerco todavía recientes, Juan Fajardo subió a la tribuna del Parlamento para repartirle una cuantas galletas verbales al PP. Acusó al Parlamento, por ejemplo, de practicar el «secuestro exprés» por confinar en una sala a una delegación de marineros del cerco, impidiéndoles hablar con los periodistas y los jefes de los grupos parlamentarios.
Tentativa de asalto
«Non foi un secuestro exprés, senón unha tentativa de asalto ao Parlamento», le respondió Beatriz Mato, ante lo que Fajardo volvió a la carga para acusar a Mato de no importarle la situación del cerco, «porque vostede está aí sentada esperando agasallos de la hostia», dijo, evocando la frase de Paula Prado del sumario de la operación Pokémon.
Con Mato tuvo más enganchadas. Otras se produjo en mayo del 2013, cuando la conselleira negó que hubiera niños que pasaran hambre en Galicia. «Pincho e non sae gota de sangue, vostede non pode ser humana», le espetó a la conselleira, siendo llamado al orden, antes de invitarla a que se bajara del coche oficial para visitar con él los comedores escolares para ver la realidad.