En la Galicia política, nada ha cambiado. Al menos por ahora. El presidente de la Xunta reaccionó ayer a las 23 nuevas imputaciones en el marco de la operación Zeta esgrimiendo el mismo discurso que había venido manteniendo hasta la fecha: silencio sobre su amistad con el supuesto conseguidor de la trama de los cursos, Pachi Lucas, y defensa cerrada de su Ejecutivo, que fue, a diferencia del bipartito de PSOE y BNG, el que denunció y llevó al fiscal las prácticas de la red encabeza por el empresario coruñés Gerardo Crespo, informa Manuel Cheda.
Alberto Núñez Feijoo se pronunció sobre las novedades en el caso apenas unos minutos después de que trascendiesen, cuando todavía no se conocía a quiénes protagonizaban las últimas citaciones para declarar ante el juez. El mandatario popular se limitó a destacar que, «gracias a la denuncia de la Xunta», esta última ha recuperado 6 millones de euros en subvenciones. «Mi relación con el sumario -abundó cuestionado acerca de su relación con Lucas- es clarísima: poner a disposición de los jueces y los fiscales la investigación que, como Gobierno gallego que presido, hemos hecho. Lamento que otros grupos políticos que le están pidiendo cuentas al Gobierno que ha investigado y no hubiesen investigado durante su tiempo, que fue muy generoso en ayudas».
Por su parte, el BNG coruñés reiteró sus quejas sobre la falta de explicaciones del alcalde de la ciudad, Carlos Negreira, sobre las relaciones del PP con la trama.