«Quienes están en contra de la gestión clínica lograron su objetivo»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Asegura que el paciente podrá consultar en la web la espera para operarse

16 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Pese a que la crisis del ébola ha dado un respiro, un departamento que gestiona más del 40 % del presupuesto de la Xunta no deja de tener asignaturas pendientes, y entre ellas sitúa la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera Álvarez (Gomesende, Ourense, 1956), el desarrollo de la ley de garantías y las áreas de gestión clínica.

-Este era el año de las áreas de gestión clínica, pero a estas alturas no se formalizó ninguna.

-El decreto está aprobado y en vigor. Es cierto que quienes están en contra de la gestión clínica consiguieron el objetivo que se habían propuesto, que era crear miedo, inseguridad en los profesionales y que se haya ralentizado todo mucho. En este momento hay cinco peticiones para crear unidades de gestión clínica y esperemos que antes de final de año se puedan formalizar.

-Debe desarrollarse también la ley de garantías, y fijar qué patologías tendrán una espera máxima de 60 días en cirugía.

-Nos hemos comprometido a tramitar el decreto de las esperas máximas, para ver si podemos llevarlo al Consello da Xunta en el primer trimestre del 2015.

-¿Qué patologías se incluirán?

-Las de prioridad 1, sin duda. Las de prioridad 2 no están totalmente cerradas, seguimos trabajando con las sociedades científicas para establecer tiempos por patologías y criterios clínicos.

-¿El médico deberá informar al paciente de que su patología debe operarse en menos de sesenta días?

-En nuestra página web ya están definidas las de prioridad 1 y las de prioridad 2 que están cerradas. Nuestro objetivo es que cuando te den el documento de que estás en lista de espera para cirugía, te informen ya de la previsión de tiempo para la intervención, y que puedas consultar en la web la demora.

-¿Y si se superan los 60 días qué hace el paciente?

-Puede reclamar en el servicio de admisión y preguntar a qué se debe la demora. Además, lo que recoge la ley es que puede ir a cualquier otro centro con menos espera, incluso si es privado. Nosotros lo abonaríamos como una patología concertada.

-¿Cuándo podrá elegir el paciente su hospital?

-Esperemos que cuando se apruebe el decreto, a principios del año que viene.

-Los que sí pueden cambiar ya de hospital son los pacientes de Povisa. ¿Se han ido muchos?

-Tienen hasta finales de noviembre para hacerlo. La última vez que lo revisamos se habían cambiado 1.500 pacientes. Creo que sobre una población de referencia de 142.000 usuarios es una cifra pequeña.

-¿El Sergas va a reconsiderar su postura de no prorrogar la jubilación de los médicos después de los 65 años?

-La jubilación es a los 65 años.

-También lo era antes y se concedían prórrogas casi de forma automática.

-Ahora no. Eso no va a cambiar. Estamos intentando la renovación de las plantillas y que los jóvenes puedan empezar a trabajar y tener oportunidades. Ya les dijimos a los profesionales que era un acto de generosidad. Los médicos que se jubilan ahora son precisamente los que pusieron en marcha el sistema actual, con lo que esta generación es la que realmente tiene que dar un paso al frente para dejar sitio también a la gente más joven.

-¿Hace el Sergas contratos por un día como se denuncia?

-No se me ocurre ninguna razón para hacer un contrato por un día. Para las guardias hay contratos específicos para médicos. Lo que tenemos es personal que está contratado y que va a sustituir a quien corresponda, lo que denominamos pool. Puede ser que si está todo el pool trabajando y surge algo tengas que hacer un contrato por un día, pero tiene que ser algo totalmente excepcional.

-¿Cuándo se adjudicará la alta tecnología?

-Ya me tarda, llevamos un año pero es un tema complejo. Esperemos que a principios del 2015.

-La empresa decide cuándo cambiar un equipo, ¿no es una decisión que debería tomar el Sergas?

-Quien decide qué equipo se instala es el Sergas, la empresa solo tiene en sus manos la decisión de seguir haciendo el mantenimiento o poner una máquina nueva si es muy caro. Pero siempre con el visto bueno del Sergas.