La familia gallega del empresario asesinado en Venezuela le había sugerido que dejara el país

d. c. LUGO / LA VOZ

GALICIA

Pablo Jato llevaba desde 1976 en el país donde se casó, tuvo un hijo y regentaba sus negocios

10 nov 2014 . Actualizado a las 08:02 h.

La familia gallega del empresario Pablo Jato García, natural de O Biduedo, en el concello de Triacastela, y asesinado el pasado 27 de octubre en Venezuela, ya le había sugerido hace tiempo que retornara a España. Su hermano José explicó que se le había pedido que dejara el país en el que residía desde el año 1976 por la inseguridad que existe. Comentó que le había dicho «se tes que ir armado para tomar un café, non merece a pena vivir alí».

El empresario, sin embargo, no hizo caso a la sugerencia de su hermano en Galicia. Posiblemente porque después de tantos años residiendo fuera ya tenía su vida asentada por completo en Venezuela, donde se casó, tuvo un hijo y donde regentaba sus negocios.

Pablo Jato García había tomado algunas precauciones para reforzar su seguridad personal, sin embargo, parece que las medidas no fueron suficientes, dado que murió abatido por varios disparos en una finca de su propiedad a quinientos kilómetros de Caracas, ciudad en la que residía y en la que regentaba también un hotel.

Móvil económico

Su familia gallega está convencida de que fue víctima de una emboscada el mismo día en el que se había desplazado a su hacienda para vender una partida de toros. Posiblemente esta operación esté relacionada con el asesinato de Jato García, quien no pudo hacer nada por defenderse frente al brutal ataque que acabó con su vida casi de forma instantánea, según recogen los medios de comunicación venezolanos.

Conmoción en Triacastela

La noticia de la muerte del empresario, que acaba de trascender, ha causado conmoción en el pueblo en el que nació el empresario. Numerosas personas presentaron sus condolencias a la familia. Además de dos hermanos y sus hijos, en el entorno también viven algunos primos.

Pablo Jato había estado en su pueblo natal de Triacastela, O Biduedo, hacía unos dos años para visitar a su familia y a sus amigos. Tenía previsto volver a principios de este mismo año. Pospuso el viaje por problemas con las comunicaciones del país vía aérea.

En Triacastela está previsto que se celebre un funeral a finales de este mes, según confirmó su familia. El industrial fue enterrado en un cementerio de Caracas, ciudad en la que vivía.

Jato García se dedicaba a la cría de ganado vacuno, actividad que desarrollaba en la finca de su propiedad en la que lo asesinaron, llamada Los Arucos y situada en el municipio de José Félix de Rivas.