Eliseo Calviño: «La Xunta fue la que me recomendó que contratara a Gerardo Crespo»

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

El responsable de la Confederación de Autónomos también clama por su inocencia y acusa a la policía, «que no tiene ni idea», de mentir

04 nov 2014 . Actualizado a las 10:42 h.

La operación Zeta estalló porque dos exempleadas de Eliseo Calviño (San Pedro de Corcoesto, Cabana de Bergantiños, 1943) acudieron a finales del 2011 a la Xunta y a la policía para denunciar lo que habían visto y vivido como trabajadoras en la Confederación de Autónomos y Profesionales de España (Caype), presidida por el que fue su jefe. La jueza ordenó el pinchazo de los teléfonos de Calviño y lo escuchado sirvió a la policía para emprender una investigación que a día de hoy ya tiene a 67 imputados. El primero, que es él, niega todas las acusaciones.

-La policía lo presenta a usted como a un hombre que fundó una confederación sin actividad ni socios, cuya única razón de ser era la de captar subvenciones por toda España. ¿Es cierto eso?

-Rotundamente, no. Es falso y se les tenía que caer la lengua a todos. Caype siempre tuvo muchísima actividad y hoy en día tiene 94.538 socios. Ni creé una sociedad fantasma ni sé como se hace eso. Hay que recordar a esos ignorantes que somos una confederación y que nuestros socios son las asociaciones de autónomos que hay por toda España. Caype reúne a 78 organizaciones y son ellas las que aportan los socios. Además, le diré que Caype es una de las nueve confederaciones que hay en España y nosotros éramos los terceros en cuanto a volumen de subvenciones.

-¿Por qué siempre contrataba los servicios de las empresas de Gerardo Crespo para desarrollar los cursos de formación? ¿Era el que más comisión le daba?

-Fue la Xunta la que me recomendó que contratara a Gerardo Crespo. Les pregunté quién podía dar mis cursos con calidad y me remitieron a él. Y de comisión, nada de nada. Otra mentira.

-Pero en el sumario aparecen pagos de Gerardo Crespo a usted de entre el 20 y el 30 % del total de la subvención...

-Otra cosa que la policía parece desconocer. Deberían saber que la propia ley dice que, del total de la subvención, el 20% podrá repercutir en la entidad adjudicataria por los gastos que el propio curso pueda acarrear; y el resto, para la empresa que organiza el curso. Y así era como se funcionaba, conforme a la ley.

-¿Me está diciendo que todo el sumario es un cúmulo de falsedades? ¿Lo ha hecho usted todo perfecto?

-No sé si lo he hecho perfecto, pero solo sé que es mentira todo lo que ahí se cuenta. La policía nos pone como si fuéramos uno de esos corruptos que están saliendo ahora por toda España. Y no lo somos ni lo fuimos.

-¿Por qué cobraba 4.500 euros al mes de Caype cuando es una entidad sin ánimo de lucro y la ley lo prohíbe?

-No podía ser que le dedicara 14 horas al día a Caype, con todo el trabajo y el esfuerzo que eso supone, y no recibir nada a cambio. Así que cambiamos los estatutos.

-¿Es verdad que se aprobó su sueldo en una asamblea extraordinaria a la que solo asistieron usted y su secretario?

-Mi sueldo fue aprobado más tarde por toda la ejecutiva porque entendían que lo merecía.

-¿Por qué su mujer impartía cursos, cuando la ley lo prohíbe, y ganaba cuatro veces más que el resto de monitores?

-Porque ella era la que supervisaba los cursos. Y ¿sabe por qué? Pues porque no había nadie más preparada que ella para hacerlo, pues es doctora en biología. Eran los organizadores de los cursos quienes la llamaban por su prestigio.

-¿Pagó la reforma de 700.000 euros de su pazo con dinero de las subvenciones?

-Esa es otra barbaridad que dice la policía. Una mentira -da un golpe en la mesa-. Esa casa la compré hace 20 años y poco a poco fui reformándola. ¿De dónde sacan eso?

-¿Intentó dar un pelotazo de 600.000 con la sede de Caype en A Coruña?

-Falso. He llegado a pagar de mi bolsillo la renta de esa sede.

-¿Por qué lo denunciaron dos de sus extrabajadoras?

-Primero me querían chantajear, y como no pudieron...