
Nuevos documentos revelan que el matrimonio de Carballo hablaba de comprar supuestamente un vientre de alquiler en Colombia
01 nov 2014 . Actualizado a las 10:56 h.Documentos a los que ha tenido acceso La Voz confirman que José Mato Roibal, el carballés retenido desde julio en la cárcel Modelo de Bogotá acusado por la Fiscalía de tráfico de menores, y su esposa, María José Tasende Villar, alcanzaron un pacto para la compra de un vientre de alquiler. «Llegamos a un acuerdo, ella pone sus óvulos y nosotros le pagamos 15.000 euros», se asegura en esos documentos. A esta tarifa, habría que sumar los costes de alimentación, médicos y medicinas a favor de la madre biológica, Anyela Fernanda Serna Rave, que sumarían otros 120 euros al mes. Con este pacto, sellado en mayo del 2013, la gestante, ponía disposición del matrimonio sus óvulos para, mediante una inseminación artificial, gestar un hijo para la pareja. El pago se realizaría a la entrega del bebé.
La elección de Colombia no fue al azar. La esposa del ahora detenido había mirado a través de Internet la legislación sobre adopciones y maternidad subrogada en varios países: India, Ucrania, Grecia, Kazajistán, México, Canadá... Ambos se decantaron por Colombia por dos motivos. El primero, por los costes relativamente bajos que suponía una operación de este tipo, y segundo, por el vacío legal existente sobre este tema. La maternidad subrogada no está permitida en aquel país pero tampoco prohibida.
En mayo del 2013 Anyela Fernanda Serna se sometió en la clínica Fertilab a sendas inseminaciones artificiales. La mujer, que reside en Armenia (localidad situada en el centro del país), quedó embarazada, pero en julio perdió el hijo que esperaba. La pareja regresó a Carballo.
Dos meses después la mujer se pone en contacto de nuevo con el matrimonio y le comunica que se encuentra en estado de su pareja, John Alexander Oviedo, y le ofrece el bebé porque ella no puede hacerse cargo de la futura criatura. El deseo de la pareja inclinó la balanza y aceptó la oferta. «Estamos muy ilusionados a la vez que con mucha ansiedad», confiesa María José Tasende.
Entonces surge el problema de cómo regularizar la situación jurídica de la futura criatura. La gestante ofreció la posibilidad de venirse a España para dar a luz. Pidió un visado provisional de tres meses para venirse a España, que le fue denegado. Entonces se plantea el plan b. El bebé nacería en Colombia. El parto se produjo en junio. José Mato y María José Tasende llegaron a Colombia días después de que naciera la criatura, de nombre Elena.
Y aunque en el país sudamericano la maternidad por subrogación no está regulada sí lo está la adopción. Los consejos ofrecidos es que planteara el proceso como un hijo que nace de una relación extramatrimonial, cuya madre biológica estaría conforme con que la tutelase el padre (José Mato) y la adopción en un futuro fuese en favor de la mujer de este (María José Tasende Villar). Se pacta que el bebé se registraría a nombre del ahora detenido, y con sendos pasaportes, uno colombiano y otro español. La niña quedó anotada en el registro civil de Armenia como Elena Mato Serna. Posteriormente, la pareja visitó a un pediatra, que le confirmó que el bebé estaba en perfectas condiciones para viajar a España. Pero entonces surge un segundo inconveniente.
Consulado español
El consulado español en Bogotá comunicó que el pasaporte para el bebé, de semanas, tardaría tres meses en ser concedido por problemas burocráticos. El matrimonio tenía que regresar con urgencia a Carballo para reincorporarse a sus respectivos trabajos.
La solución fue pedir un visado de reagrupación familiar. Realizados estos trámites, la pareja sacó los billetes de avión. Saldrían del país el 18 de julio desde el aeropuerto de El Dorado. Pero eligen una táctica equivocada para no levantar sospechas.
María José Tasende va por una terminal a chequear su billete. Su marido, con la niña en brazos, intenta hacer lo mismo. Ella pasa el control aduanero. Él no. Unos agentes del servicio de Migración Colombia, encabezados por el comandante Alberto Yesid Ariza, retienen a José Mato. Al ver que su marido no sale de la terminal, María José regresa y también es retenida, aunque fue puesta en libertad poco tiempo después ya que su nombre no figuraba en los papeles intervenidos por la policía.
A los dos días de ser detenido, un fiscal que llevaba el caso de forma provisional comunica a Mato Roibal los delitos que le imputa: Tráfico de emigrantes en concurso de tráfico de menores y adolescentes: en total, 60 años de cárcel solicita la Fiscalía. Después de permanecer varias semanas en una comisaría de Bogotá, las autoridades enviaban a José Mato a la cárcel Modelo, una de las más peligrosas y masificadas del país.
Salir del infierno
En los documentos a los que tuvo acceso La Voz, María José Tasende revela que su «único delito es querer ser padres». Y añade: «Ese es nuestro único delito, nuestro sueño» Y solicita a las autoridades ayuda para sacar a su marido de «este infierno».