Feijoo considera «impecable» su actuación ante los casos de corrupción

Serafín Lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Asegura frente a las peticiones de medidas contundentes de la oposición que el caso de los cursos de formación se investigó porque la Xunta lo denunció

30 oct 2014 . Actualizado a las 13:37 h.

La mejor defensa es un buen ataque. Esa es la estrategia que ayer desplegó Feijoo para intentar sortear el bombardeo al que fue sometido por los grupos de la oposición en la sesión parlamentaria de control al presidente. Con el escándalo de la trama de las subvenciones millonarias para cursos de formación como telón de fondo, Feijoo desistió de devolver las acusaciones que le lanzó la oposición por los cargos del PPdeG que aparecen en el sumario de la operación Zeta. No entró en ese juego. Renunció al papel de interpelado y se centró en sublimar una actuación de la Xunta que juzgó «impecable». El relato de Feijoo, que la conselleira Beatriz Mato retomó en la sesión vespertina, es que fue su Ejecutivo el que investigó la trama que ahora sale a la luz. Admitió prácticas que huelen mal, pero reivindicó su liderazgo para combatirlas e incluso apremió al PSOE a seguirle. «As fiestras hai que abrilas para que mude certo cheiro a podre».

Feijoo no negó que su Gobierno contratara con las empresas de la trama. Pero sí advirtió que recibieron un 30 % más de contratos durante la etapa del bipartito, un argumento que empleó para pedir «un pouco de ética» a la oposición al hablar del sumario del caso. Dicho esto, abundó en el mensaje que ya lanzó la semana pasada sobre su determinación a denunciar cualquier indicio de irregularidad. «Non só estou disposto a actuar, senón que seguirei actuando mentres sexa presidente da Xunta, e dáme exactamente igual a quen afecte», proclamó. Feijoo aprovechó una alusión de Francisco Jorquera a una parte del sumario en la que el portavoz del BNG entiende que se señala que el líder del PPdeG «pode ser clave» para reafirmar su posición. «Din que o sumario di que vou ser clave. Non teña ningunha dúbida. Vou ser clave: todos ao fiscal», resaltó el presidente, que apostilló que «o PP de Galicia denuncia haxa ou non haxa implicados do partido».

En sus intervenciones, Feijoo no perdió de vista el retrovisor para contrastar la actuación de su Ejecutivo con la del bipartito: «Cando vostedes estaban no Goberno se dicía que se poderían facer inspeccións. Vostedes non o fixeron. Agora se inspecciona e se leva ao fiscal. ¿De que se nos acusa, de inspeccionar e denunciar ou de mirar cara outro lado?», subrayó Feijoo, que anunció que la Xunta se personará en la causa judicial sobre los cursos de formación para «defender o diñeiro dos galegos». Eso sí, pasó de puntillas por las denuncias de la oposición sobre su relación con Gerardo Crespo y Pachi Lucas, señalado como el conseguidor en la operación Zeta.

Feijoo envolvió en su paquete de medidas para la regeneración democrática algunas iniciativas desplegadas en sus seis años de mandato. Desde la obligación de los concellos a rendir cuentas ante el órgano fiscalizador para poder acceder a subvenciones hasta las aprobadas en el último debate de política autonómica, como los límites a la financiación de los partidos. Fue entonces cuando tendió la mano a los socialistas. «Podemos facer un pacto para o financiamento dos partidos, prohibindo recibir doazóns ou axudas de calquera empresa», planteó al portavoz parlamentario del PSdeG, José Luis Méndez Romeu.

Y en ese punto recreó Feijoo su metáfora sobre la necesidad de ventilar las instituciones afectadas por la corrupción. «¿Queren sentarse realmente para abrir as fiestras e que entre aire limpo, para sacar o cheiro a podre das institucións? Nós seguimos onde estabamos», abundó el líder del PPdeG, que confió en que su homólogo del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, tenga autonomía para pactar en Galicia.