El feísmo: ¿Una triste especialidad gallega?

Alfonso Andrade Lago
a. andrade REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

VÍTOR MEJUTO

Paisajistas y arquitectos difieren sobre la exclusividad de este fenómeno

19 oct 2014 . Actualizado a las 09:28 h.

lucha contra el feísmo

El feísmo de las casas sin recebar es «una triste especialidad gallega, sentencia Isabel Aguirre, directora de la Escola Galega da Paisaxe, que se hace cruces cada vez que se topa con una de estas edificaciones sin piel. Isabel atribuye esta realidad «que no se ve en Asturias o Cantabria» a una cuestión cultural: «El exterior no se remata porque no hay una conciencia de que eso esté mal. Sin embargo -ironiza-, seguro que los propietarios se acicalan perfectamente para ir a una boda. Pero no se trata de su casa, sino de nuestro paisaje».

Como se puede «vivir perfectamente mientras se obra en el interior», es partidaria de que se obligue a terminar primero el revestimiento de la casa, y recuerda que «los planes generales tienen ya una normativa de ornato» que no se está cumpliendo. Salvo en honrosas excepciones, porque este problema no se da «en Oleiros, Santiago o Allariz». Un punto que suscribe el arquitecto Celestino García Braña: «Yo vivo en Oleiros y aquí no pasa, sencillamente porque ha habido una exigencia pública real».

En general, la cuestión del feísmo es controvertida para los arquitectos, críticos y a veces algo escépticos con la futura lei, después de haber asistido ya a incontables modificaciones normativas.

El colegio oficial no ha formulado aún su postura sobre la Lei do Solo, pero su decano, Antonio Maroño, recuerda que «ya hace muchos años que los particulares que construyen una vivienda tienen obligación de terminarla».

En cambio, pone en duda que el ladrillo visto sea una especialidad gallega y arroja dudas sobre el concepto de feísmo. «También hay un bonitismo que no se destaca. Además -prosigue-, aparte de las casas sin recebar o pintar, todos tenemos en mente edificaciones terminadas sin las cuales estaríamos bastante mejor».