Patrimonio certifica que la Virgen de Conforto es la auténtica, pero está mal restaurada

j. a. a. PONTENOVA / LA VOZ

GALICIA

Un vecino de Conforto, en A Pontenova, observa dos fotografías de la Virgen.
Un vecino de Conforto, en A Pontenova, observa dos fotografías de la Virgen. miguel< / span>

Los vecinos habían promovido una intensa campaña contra los dos sacerdotes, con protestas, enfrentamientos y la recogida de 1.166 firmas

09 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los párrocos Xosé Anxo Fernández y Antonio Rúa dijeron la verdad desde el primer momento y se limitaron a reparar la imagen de Nosa Señora, la principal del santuario mariano de Conforto, en el municipio lucense de A Pontenova. Así lo certificó ayer la Dirección Xeral de Patrimonio, cuyos técnicos analizaron la talla de la Virgen y verificaron que es la auténtica. Los vecinos que dudaban de la autenticidad de la imagen promovieron una intensa campaña contra los dos sacerdotes, con protestas, enfrentamientos y recogiendo 1.166 firmas, lo que llevó al Obispado a ordenar que, en principio provisionalmente, Xosé Anxo Fernández no misase más en Conforto y fuese sustituido.

Patrimonio informó ayer que si bien la imagen es la auténtica, las alteraciones que se realizaron al repararla no fueron autorizadas y tampoco se consideran apropiadas, de modo que solicitará al Obispado que presente un proyecto para revertir la talla a su estado original.

Mientras desde el Obispado señalaron que no se pronunciarán hasta recibir el informe de Patrimonio, el presidente de la asociación de vecinos constituida en Conforto a raíz del enfrentamiento con el párroco, Juan Cancelas, insistió en que el cura debe cesar en todas las parroquias que oficia en A Pontenova, por la pérdida de confianza.

«Algo conseguimos xa», manifestó en relación con la exigencia de Patrimonio de reponer la imagen a su estado original, pero se remitió al escrito firmado por varias asociaciones de vecinos de A Pontenova y enviado hace unos días al obispo, Manuel Sánchez Monge, invitándole a visitar el concello para analizar lo ocurrido y la demanda de cese del párroco en todas las parroquias.

En tanto, Xosé Anxo Fernández se mantiene en un segundo plano evitando toda polémica.