El 37 % de los consultados piensan que es el momento de modificar la norma
05 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.En la reforma electoral planteada por el Partido Popular la cuestión no es solo el cómo, también es el cuándo. Las próximas elecciones municipales se celebrarán en mayo del 2015. Y el PP llegó a manifestar su intención de aprobar los cambios antes de los comicios. El diputado popular Pedro Gómez de la Serna aseguró que la medida es «perfectamente legítima» porque venía recogida en programas electorales de su partido «desde el 2003» y criticó al PSOE y a UPyD por «cambiar de opinión» después de haber cuestionado anteriormente también el mecanismo para la elección de alcaldes. La oposición rechazó de plano que se modificara la norma antes de las elecciones locales del año tachando la iniciativa de «pucherazo» y acusando al PP de intentar cambiar las reglas cuando ya se está disputando el partido. Según la encuesta realizada por Sondaxe, el 42,5 % de los gallegos consideran que no es oportuno llevar a cabo los cambios antes de la próxima cita con las urnas y, en cambio, el 37,5 % piensan que el momento no supone ningún problema.
La división política se refleja en la encuesta. Solo entre los afines al Partido Popular convence la opción de pisar el acelerador de la reforma. El triunfo es claro entre los votantes populares en las últimas elecciones autonómicas, con un 44,9 % frente a un 27,3 % de críticos. El mayor rechazo se experimenta en los que apoyan a AGE, ya que en este caso el porcentaje roza el 70 %. Curiosamente, entre los simpatizantes del BNG los que consideran que es el momento para retocar la ley se sitúan en el 42,7 %, pero también ganan los contrarios, con un 48,9 %.
La polémica ha conseguido ir más allá de las fronteras españolas, porque distintos partidos de la oposición trasladaron sus quejas a la Unión Europa. Tanto la UE como el Consejo de Europa y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa recomiendan que no se aprueben reformas de este tipo a menos de un año de las elecciones para que los votantes no interpreten «que el derecho electoral es un instrumento que manipulan a su favor quienes ejercen el poder». Apuntan que no importa solo el fondo de la reforma del modelo electoral, también la forma para «no dar la impresión de que los cambios están dictados por intereses partidistas». De hecho, solo justifican una decisión así en circunstancias extraordinarias y cuando toman de forma consensuada.
Mientras en el PP argumentan que «no se inventó nada de la noche a la mañana» y que la gobernabilidad y la estabilidad de los ayuntamientos no tiene fecha, las fuerzas de la oposición apuntan que los populares pretenden conseguir un blindaje exprés para las municipales después de los resultados de las elecciones europeas del pasado mayo, en las que populares y socialistas sufrieron un acusado descenso de votos y no lograron sumar el 50 % del total de los sufragios cuando en los comicios del 2009 habían superado el 80 %.
Poblaciones y provincias
Pero no solo recelan del momento en Bruselas y en la oposición. Entre los encuestados por Sondaxe que residen en las ciudades gallegas se registra un mayor rechazo a que se cambie la ley electoral antes de las municipales. El 48,1 % de los encuestados de las urbes de la comunidad consideran que no es el momento de aplicar cambios frente al 34,6 % que consideran que sí.
Por provincias, es en A Coruña y Pontevedra donde se dispara la oposición a los cambios a corto plazo. El 48,2 % de los pontevedreses y el 40,8 % de los coruñeses prefieren esperar. Lugo es la única provincia en las que es mayor el porcentaje de los que apoyarían que se aprobara la reforma en los próximos meses, con un 36,5 %.