Juana Gil: «En fonética judicial no se puede trabajar con muestras muy breves»

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Su laboratorio ha comparado voces en sumarios de presunta corrupción

04 sep 2014 . Actualizado a las 11:08 h.

Averiguar a quién pertenece la voz que aparece en una de las grabaciones que forman parte del sumario de la operación Pokémon y que podría pertenecer al alcalde de Ferrol es una prueba fundamental en el proceso que instruye la jueza De Lara. En casos como este, la fonética judicial resulta una ciencia fundamental en el proceso. La experta y directora del Laboratorio de Fonética del Centro Superior de Investigaciones Científicas, Juana Gil, detalla como el análisis del habla contribuye a esclarecer quién es quién. Sabe bien de lo que habla. Y es que en su laboratorio, además de investigar, imparten cada año un máster de Fonética y Fonología, donde intervienen más de cien expertos procedentes de una treintena de universidades de todo el mundo. Una de sus especialidades es precisamente la fonética judicial.

-¿Cómo puede llegar a identificarse a alguien por la fonética que usa?

-El análisis fonético del habla puede ayudar a identificar a una persona. Y no solo me refiero al análisis de la voz propiamente dicha, también al estudio de los sonidos determinados que la persona emplea, de sus características peculiares como, por ejemplo, una r diferente, unas vocales más abiertas o más cerradas de lo normal..., la entonación que emplea o la velocidad de articulación a la que emite los enunciados. Este análisis de los sonidos o de las entonaciones nos puede indicar su origen geográfico, dialectal y socio-cultural. En conjunto, la verdad es que el análisis del habla nos revela muchas cosas: el sexo del hablante, su estado emocional, que esté nervioso o irritado, que esté acatarrado o no, que sea fumador... Muchas cosas.

-¿Pueden llegar a confundirse dos personas por la voz?

-Claro que pueden confundirse. Depende en gran medida de la longitud de la muestra oral que se analice y de que exista familiaridad o no entre el oyente y los hablantes. Cuando la muestra es muy corta, es fácil la confusión. ¿No le ha ocurrido nunca a usted confundir la voz de una persona con la de otra y, tras unos momentos, reaccionar y reconocer que no se trata de la misma voz? En fonética judicial, por ello, nunca se puede trabajar con muestras orales muy breves.

-Cuando hacen un peritaje, ¿qué rasgos suelen analizarse?

-Depende de cada caso, desde luego de cómo sean las muestras de habla de que se dispone. Cuando las muestras orales con las que se cuenta han sido obtenidas a través de un teléfono, los sonidos que tienen frecuencias altas (una s por nombrar alguno) no podrán revelar nada, porque el teléfono corta las bandas de frecuencias altas. Hay que elegir los parámetros de estudio partiendo de las muestras de que se dispone. Por ejemplo, parámetros habituales son la frecuencia fundamental, esto es, el tono; la constitución acústica de las vocales o de los diptongos, entre otros.

-¿Son cada vez más frecuentes los peritajes de voz en los juicios?

-No creo que sean más frecuentes, lo que creo es que de un tiempo a esta parte se ha generado en la población un gran interés por este tipo de pruebas forenses. Pienso que las series, entre otros, han tenido mucho que ver.

-¿Requieren cada vez más sus servicios en los juicios?

-Los casos nos llegan de forma imprevista. A veces tenemos tres seguidos, durante otros períodos de tiempo solo uno o ninguno porque es muy variable. Intervenimos en casos relativos a la comparación de voces en sumarios sobre presunta corrupción, pero también en otros relacionados con marcas comerciales registradas cuyos propietarios no querían ver emuladas por otras marcas con sonido parecido, además secuestros...