El caso Sonia Iglesias, abocado al cierre

C. G. PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

El único sospechoso por la desaparición de la joven, su ex pareja y padre de su hijo Julio Araújo, fue desimputado por falta de pruebas concluyentes

10 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La desimputación del único sospechoso por la desaparición de Sonia Iglesias empuja el caso, casi por inercia, hacia su cierre. La investigación llevaba años estancada a las puertas de la supuesta implicación de Julio Araújo, la ex pareja y padre del hijo de la joven desaparecida. Fue, de hecho, esta teoría la que llevó al juzgado de Instrucción número 2 de Pontevedra a inhibirse en favor del de Violencia sobre la Mujer.

Ahora, una vez que la falta de pruebas concluyentes contra Araújo obligó a las autoridades judiciales a retirar los cargos que pesaban sobre él, todo apunta a que el expediente abandonará, previsiblemente, las dependencias especializadas en violencia de género. El traslado del caso a esta instancia judicial fue la forma que eligió la Fiscalía para intentar dar otro impulso a la investigación, que llevaba siete meses en una suerte de callejón sin salida. Desde julio del 2012, cuando se practicó la primera diligencia -que precisamente consistió en llamar a declarar a la ex pareja de la pontevedresa desaparecida-, hasta febrero, cuando se solicitó el cambio al juzgado de la Violencia sobre la Mujer, el de instrucción número 2 había intentado recabar algún tipo de indicio que le permitiera avanzar en algún sentido.

Secreto de sumario

Entre tanto, se volvió a solicitar la comparecencia de Julio Araújo (con el mismo resultado que la primera vez), se levantó el secreto de sumario (diciembre del 2013); se pidió la toma de declaración como testigos de los funcionarios de policía encargados de la investigación, y la prospección mediante georradar para la detección de restos humanos en el Monte Castrove (mayo de este año); y se accedió a revisar los vídeos en los que se veía a Sonia Iglesias por última vez, caminando por dos céntricas calles de Pontevedra.

Se recurrió a toda iniciativa legal, pero ninguna arrojó luz sobre la desaparición de la joven. Ni sobre su paradero, ni sobre las causas o su autoría. La Voz intentó ayer, sin éxito, ponerse en contacto con la familia de Sonia Iglesias para conocer si la acusación particular que ejerce tiene previsto recurrir el sobreseimiento de la acusación de Araújo.