La pistola con la que se mató el joven de Pol solo tenía la bala de la recámara

X. Carreira / X. M. Palacios LUGO / LA VOZ

GALICIA

Familiares, amigos y vecinos asistieron al funeral oficiado en la iglesia de Valonga, en Pol.
Familiares, amigos y vecinos asistieron al funeral oficiado en la iglesia de Valonga, en Pol. alberto lópeZ< / span>

El arma era ilegal y la Guardia Civil investiga cómo pudo venderse

06 ago 2014 . Actualizado a las 13:23 h.

La pistola con la que Adrián Díaz Fernández, joven de 19 años del municipio de Pol, se disparó un tiro en la madrugada del domingo en un coche estacionado en pleno centro urbano de Castro de Ribeiras de Lea era ilegal. Fuentes de la Guardia Civil, que prosigue la investigación de unos hechos que han causado una honda consternación en la parte oriental de la Terra Chá confirmaron ayer ese extremo, que a su vez abre otros pasos en las pesquisas encaminadas a esclarecer lo ocurrido. La ilegalidad del arma, que era una pistola de calibre 22 y que tenía número de serie, está confirmada tras comprobarse que carecía del necesario registro. Por otro lado, también se confirmó ayer que la bala con la que se efectuó el disparo que acabó causando la muerte del joven era la única que quedaba dentro de la recámara.

Indagación sobre el origen

Así las cosas, la Guardia Civil trabaja ahora con vistas a aclarar tres detalles relacionados con el suceso: saber quién era el propietario del arma, cuál era su procedencia y cómo fue posible que un joven como el fallecido pudiese adquirirla. La importancia de esas investigaciones es capital en el desarrollo de la investigación, ya que una vez que se consigan esos datos, no cabe descartar la posibilidad de que se produzca alguna detención. Por otro lado, también se espera a conocer más datos de la autopsia practicada al fallecido, que se efectuó en Lugo, y de la bala que quedó incrustada en su cabeza, dado que en el interior del coche, un Audi A3, en el que ocurrieron los hechos no parecían hallarse restos que ofreciesen pistas sobre lo ocurrido.

Hipótesis de un accidente

Mientras se desarrolla la investigación, en la que la Guardia Civil trabaja con la idea de que fue un suicidio, una hipótesis que cobra fuerza y que genera diversos comentarios apunta a la posibilidad de que el disparo realizado por el joven de Pol hubiese sido un accidente con fatídicas consecuencias. El hecho de que solo quedase una bala en la recámara parece indicar que el cargador se había vaciado antes del disparo y que la persona que manejó el arma podía suponer que la pistola estaba completamente descargada.

Además, la forma en la que ocurrieron los hechos, tras salir de un céntrico bar de Castro de Ribeiras de Lea con otras tres personas jóvenes, y el comentario realizado por el autor del disparo a quienes lo acompañaban, señalándoles que se fijasen en el arma que llevaba consigo, también parecen reforzar esa hipótesis.

Enterrado ayer

Ayer por la tarde se celebró el entierro de Adrián Díaz Fernández. Los restos partieron a media tarde de un tanatorio de Meira donde se velaban desde el domingo hacia la parroquia polense de Valonga, en donde fue enterrado. Familiares, amigos y vecinos acudieron al sepelio, que tuvo lugar entre intensos gestos de dolor de los allegados.