El Gobierno deniega el indulto al coruñés, condenado a dos años de cárcel por estafa
26 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El coruñés Miguel Rodríguez exprimió hasta la última baza para eludir la prisión. Condenado a dos años de cárcel por estafa, tocó todas las puertas de la Justicia y cuando se las cerraron, pidió el indulto al Gobierno. Pero se lo denegó. Así que la Audiencia Provincial emitió un auto la semana pasada en la que le daba cinco días para ingresar en la prisión de Teixeiro. Por las buenas, o por las malas.
Este hombre se hizo célebre en el 2007 por ganar 240.000 euros en el concurso televisivo Pasapalabra, y más famoso se hizo en el 2009 cuando lo sentaron en el banquillo por estafar a más de cien personas. Habían confiado tanto en él que pusieron cientos de miles de euros en sus manos para invertir en bolsa, concretamente en el mercado de futuros. Miguel Rodríguez les prometía un 10 % de interés mensual. Al principio, el dinero corrió a espuertas. Pero tan pronto comenzaron a patinar los parqués bursátiles con la crisis, aquella bonanza se volatilizó. Fue entonces cuando aquellos pequeños inversores dejaron de ganar, pidieron su dinero y pocos lo recibieron pese a los esfuerzos que hizo Miguel Rodríguez por reintegrar lo invertido. Así que lo denunciaron. Unos fueron por la vía civil, otros por la penal. Muchos lograron recuperar todo su dinero, otros en parte, pero quedan algunos que siguen sin ver blanca. También hubo jueces que lo condenaron y otros que no vieron delito en sus actuaciones, pues sus señorías entendían que este genio de las inversiones había prometido unos intereses tan elevados que los afectados eran víctimas de su propia «ambición». Incluso hubo algún magistrado o fiscal que no vio mala fe en su conducta, que simplemente la bolsa se torció y pese a los esfuerzos por devolver el dinero, la bola ya era demasiado grande. Empezó a pagar unos con el dinero de otros y su vida terminó saltando por los aires.
Por el momento, solo fue condenado en una ocasión por la vía penal. Le impusieron dos años de cárcel por una estafa cometida a un grupo de personas que buscaron ayuda en el abogado penalista Rubén Veiga. Ganaron el juicio y al acusado se le obligó a devolver los cien mil euros que les había estafado. Pero no reintegró ni un céntimo. Y debido a «ese nulo esfuerzo reparador del daño causado», la Audiencia Provincial emitió un auto en el que no solo afeaba su actitud por no devolver el dinero, ni siquiera presentar un plan de pago, emplazándolo a que ingresara voluntariamente en prisión. De inmediato.