Aceptan dos años de cárcel por portar un cóctel molotov junto al puesto de la Guardia Civil de Tui

L. P. PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

El fiscal solicitaba inicalmente una condena de cuatro años de prisión por un delito «de tenencia de aparatos explosivos, inflamables e incendiarios»

16 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Un acuerdo con el fiscal permitió que Adrián Conde González y Diego Serodio Beltrán vieran rebajadas las penas que la Fiscalía de Pontevedra les solicitaba tras ser detenidos, el 24 de abril del 2010, por confeccionar «un cóctel molotov, que fue transportado hasta las inmediaciones del cuartel de Guardia Civil de Tui», precisaron desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

Inicialmente, el ministerio público solicitaba para ambos una condena de cuatro años de cárcel por un delito «de tenencia de aparatos explosivos, inflamables e incendiarios». No en vano, el artefacto incendiario intervenido por la Guardia Civil en su día estaba compuesto por un recipiente de vidrio que había sido rellenado con combustible -al parecer, gasolina- y se le había acoplado una mecha. Se trataba de un mecanismo perfectamente apto para producir una deflagración al impactar contra el suelo.

De este modo, tras asumir su participación en estos hechos, tanto Adrián Conde como Diego Serodio aceptaron una pena de dos años de cárcel. La teniente fiscal de Pontevedra, Carmen Novo, precisó que se les aplicó una atenuante analógica de confesión -«desde el primer momento, confesaron. Lo reconocieron todo»-, así como una segunda atenuante de dilaciones indebidas, ya que, «por causas no imputables a los acusados, el procedimiento se ha alargado».

Otros dos acusados

Si en su día la Guardia Civil desvinculó a ambos jóvenes de pertenecer a Resistencia Galega -en caso contrario, la causa se habría tramitado conforme a la ley antiterrorista y se hubiera dirimido en la Audiencia Nacional-, lo cierto es que ambos están relacionados con otros tres veinteañeros que ayer los acompañaron en el banquillo de los acusados. A Adrián N. F., Antonio L. B. y Mario V. se les acusaba de haber arrojado pintura roja sobre la estatua de Calvo Sotelo, acción que presumiblemente fue captada por las cámaras de vídeo del puesto tudense de la Guardia Civil.

El suceso se produjo en el cambio de turno y, al menos, dos de los sospechosos fueron interceptados por los agentes del instituto armado cuando se encontraban en el paseo de Corredera. Curiosamente horas después estaba previsto que tomase posesión el nuevo obispo en la catedral de Tui, situada muy próxima al lugar de los arrestos. Ayer, los tres aceptaron abonar una multa de 120 euros por una falta de daños.