Los usuarios se quejan porque la empresa concesionaria no ordenó levantar las barreras para agilizar la circulación
14 jul 2014 . Actualizado a las 21:45 h.«Es una vergüenza que tenga que pagar 5,4 euros por aguantar esto. Normalmente opto por venir por carretera, pero evidentemente me equivoqué». Una usuaria de Pontevedra protestaba ayer de esa manera por el atasco formado en la AP-9, a la altura de Santiago. Al igual que muchos otros conductores que regresaban de las playas para ver la final del Mundial de fútbol tardó quince minutos en recorrer los cuatro kilómetros de cola que se formaron ante las cabinas de peaje.
La concesionaria no levantó las barreras, pese a las quejas de los usuarios y a que en repetidas ocasiones la Xunta advirtió a Audasa que en circunstancias excepcionales como estas debería hacerlo, como sí se hace en otras comunidades autonómas. Para agilizar un poco la circulación, lo único que hizo Audasa fue reforzar las cabinas de cobro.
En su desesperación hubo conductores que tuitearon el atasco para avisar a otros usuarios de lo que estaba ocurriendo. Entre ellos, el líder del BNG, Xavier Vence. También hubo colas, aunque de un kilómetro, en la A-6, a la entrada a A Coruña. También provocaron el malestar de los conductores.