La Audiencia allana el camino para juzgar el robo del Códice

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Cuando se cumplen dos años de su aparición, rechaza el primero de los recursos que impiden señalar la vista

04 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hace hoy dos años exactos de la aparición del Códice Calixtino, milagrosamente intacto, tras haber sido robado de la Catedral de Santiago un año antes, el 6 de julio del 2011. El caso lleva cerrado desde abril del 2013, cuando el fiscal y la acusación particular pidieron 15 y 31 años de cárcel, respectivamente, para el ladrón confeso de la mayor joya bibliográfica de Galicia, Manuel Fernández Castiñeiras, que trabajó durante años como electricista de la basílica compostelana hasta que fue despedido. Sin embargo, una retahíla de recursos planteados por la defensa ha impedido que se señale la fecha del juicio. Un enfangado camino que comienza ahora a allanarse gracias a que la Audiencia Provincial ha rechazado la primera de esas apelaciones.

En su auto, la sección sexta de la Audiencia, que tiene su sede en Santiago, rechaza declarar nulas algunas actuaciones, como pretendía la abogada del ladrón confeso del Códice. La defensa de Fernández Castiñeiras sostenía que las entradas y registros en sus inmuebles se hicieron sin el consentimiento del acusado y que no se ha identificado debidamente ni las llaves ni la documentación que se incautó la Policía Nacional. También aseguraba que la inspección del coche se hizo cuando el imputado estaba detenido y sin presencia de su letrado.

La respuesta de la Audiencia es tajante: «La fase de juicio oral es el momento procesal idóneo y legalmente previsto para que el juez o tribunal competente se pronuncie expresamente acerca de la pertinencia de las pruebas». Y esta es la misma contestación que ha recibido la abogada del ladrón del Códice Calixtino a todas sus peticiones de nulidad de actuaciones que hizo en su recurso de apelación.

Además, la Audiencia también avala la actuación del juez instructor, José Antonio Vázquez Taín, en su rechazo a la solicitud de la defensa de testigos relacionados con los contratos de arrendamiento, de servicios o laborales del imputado. En su mayoría eran curas de la catedral compostelana.

En la Audiencia Provincial aún quedan por resolver otras apelaciones de la defensa, que son las que tienen paralizado un caso que, sin embargo, se investigó y resolvió con relativa celeridad dada su complejidad. El 6 de julio del 2011, el por entonces deán de la Catedral, José María Díaz, denunció la desaparición del Códice Calixtino. Las pesquisas duraron solo un año y el 3 de julio del 2012 Manuel Fernández Castiñeiras era detenido por la Policía Nacional como presunto ladrón del preciado libro. También fueron arrestados su mujer, Manuela Remedios Nieto Mayo, y su hijo, Jesús Fernández Nieto.

Al día siguiente, se registraron las propiedades de los detenidos. El último lugar en el que entró la policía fue un garaje que tenía Fernández Castiñeiras en O Milladoiro (Ames), el mismo municipio en el que vivía. En el último rincón revisado, en la última bolsa abierta, oculto bajo unos ladrillos y sacos de cemento, apareció el libro, que fue devuelto a la Catedral de Santiago de manos del por entonces jefe superior de Policía, Jaime Iglesias, del jefe de la Brigada de Patrimonio, Antonio Tenorio, y del juez Taín.

El 5 de julio del 2012, Manuel Fernández Castiñeiras confesaba el robo y estuvo en prisión preventiva mientras se prolongó la investigación, que desveló que, además del Calixtino, se había llevado presuntamente de la catedral 2,3 millones de euros entre el 2000 y el 2011.

El 8 de abril del 2013, el fiscal presentó su petición de pena: 15 años de cárcel. Un mes más tarde lo hacía la acusación particular, la catedral compostelana, que elevó su petición de prisión a 31 años. Ambos exigen también la devolución del dinero supuestamente robado.