Julio Flores: «Si se pudiese grabar la voz de mi conciencia se podría escuchar alto y claro que soy inocente»

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

03 jul 2014 . Actualizado a las 12:00 h.

Julio Flores se sienta en el extremo de la larga mesa negra de trabajo que domina su despacho en María Pita, medio invadida por ordenados montones de expedientes y documentos varios. El teniente de alcalde, imputado en enero por tráfico de influencias y desde la semana pasada por cohecho en la Pokémon, está tranquilo y no tiene dudas sobre el apoyo de su jefe de filas, Carlos Negreira: «Me conoce desde hace años, si creyese que he hecho algo mal me lo diría sin duda».

-¿Usted cogió dinero de Tutor?

-Nunca, y no me puedo quedar callado. La hipótesis de Aduanas no se sostiene en mi caso. Iré a Lugo todas las veces que haga falta para probar mi honestidad.

-¿Si lo hubiese cogido, lo diría?

-No tengo nada que ocultar. Mi declaración de bienes está colgada en la web municipal. Vivo en un piso normal y conduzco un coche normal, voy al súper y hago números con mi mujer para sacar a mi familia adelante.

-Aduanas cree que lo hizo.

-Una cosa es que haya sido accesible y confiado, y que me haya tomado un café con una persona que estaba bajo sospecha sin que lo supiese, pero le aseguro que es peor el error de quienes creen que cogí dinero en esa reunión. Si estaban haciendo seguimientos ¿por qué no nos detuvieron justo después del café? Así podrían haber obtenido pruebas contundentes o, como realmente habría ocurrido, estaría claro que no hubo entrega de dinero...

-Pero...

-Ahora me enfrento a un calvario para demostrar que nadie me dio dinero para mi partido cuando la credibilidad de los políticos está por los suelos y en medio de juicios paralelos. Por mucho que proclamo mi inocencia, socialmente me da la impresión de que predico en el desierto.

-¿Duda de la investigación?

-Me causa profunda extrañeza que el lunes la jueza me hiciese las mismas preguntas y me pusiese las mismas grabaciones que en enero (cuando declaró por supuesto tráfico de influencias). Es decir, lo que se pretende ahora que sea novedad ya se sabía enero y ya se preguntó en enero.

-¿Por qué en enero no reconoció su voz y en cambio el lunes sí?

-Me sorprende que se ponga el foco en ese detalle, ¿qué es lo importante, si hablé con una persona por teléfono o si he cometido un delito? En enero el equipo de reproducción era un portátil con un pequeño altavoz. No podía oír bien las grabaciones. El lunes declaramos en la sala de vistas, el equipo que hay allí es mejor y, aunque me tuve que acercar a los bafles, pude oír con nitidez. Pero lo que dejé claro el lunes es que jamás cogí dinero de Vendex. Ojalá se pudiese grabar la voz de mi conciencia para que se pueda escuchar alto y claro que soy inocente.

-Antes hablaba de calvario, ¿no ha pensado en dejarlo?

-El lunes estuve en María Pita trabajando hasta las doce, cuando tuve que ir a Lugo. A las cuatro y media volví de allí y me fui a mi despacho para seguir hasta las nueve. Intento no darle vueltas a todo esto porque me prometí que no afectaría a mi labor.

-¿Le ha dejado mucha gente de lado desde enero?

-He comprobado la cantidad de gente que me apoya. Me ha llegado al corazón una funcionaria de los juzgados de Lugo que es afiliada del PSOE. Se acercó cuando estaba con la prensa, me dio un beso y un abrazo y dijo que soy un político honrado. Nunca olvidaré ese gesto tan valiente y generoso. Ni que a mi mujer y mis hijos les debo siete años de ausencias y apoyo incondicional. No puedo pagar su fortaleza.