«Cuando los de Renfe quieren avisar al ADIF tienen que pedir audiencia»

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Concentración de víctimas del accidente en Madrid.
Concentración de víctimas del accidente en Madrid. benito ordóñez< / span>

El presidente de la Comisión de Investigación de Accidentes cree que la alerta sobre el peligro en Angrois no se atendió por la falta de comunicación entre las dos empresas

02 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En la subcomisión del Congreso sobre el sistema ferroviario español, creada tras el accidente de Angrois, los intervinientes suelen sincerarse hasta límites insospechados, quizás porque las comparecencias son a puesta cerrada. La intervención del presidente de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), Vicente Rallo Guinot, el pasado 25 de junio, es una muestra de esa sana tendencia a hablar sin tapujos. A preguntas de la diputada del BNG Rosana Pérez sobre por qué no se atendió el aviso de peligro relativo a la curva de Angrois, Rallo Guinot, ingeniero jubilado de Renfe, traza un panorama de incomunicación entre el ADIF y Renfe, y muestra su desacuerdo con la separación entre el gestor de la infraestructura y el operador, por sus consecuencias negativas en la seguridad. «¿Por qué no ha llegado el telegrama? [Rallo Guillot se refiere al correo electrónico del jefe de maquinistas de Ourense] No ha llegado porque los de Renfe, con los cuales yo tampoco tengo nada que ver, pero los de Renfe cuando se dirigen al ADIF tienen que decir "con la venia" y tienen que pedir una audiencia y el del ADIF [le dice] váyase, usted es un operador y tal».

Para el presidente de la CIAF, un órgano en teoría independiente que depende administrativamente de Fomento, la falta de atención al aviso «no hubiera ocurrido jamás en una Renfe integrada, porque el de Renfe le hubiera dicho al de infraestructura: ??Mañana pon ahí una limitación de velocidad?? y ahora eso no se puede hacer».

En la transcripción a la que ha tenido acceso La Voz, explica que los responsables de Renfe concluyeron que la señalización en la curva se adaptaba a la norma, por lo que pensaron que comunicarlo a los responsables de seguridad del ADIF «no iba a servir para nada porque no hay ninguna norma que diga que esas curvas, estando limitadas en el cuadro de velocidades máximas y en el libro horario tienen que tener un cartel».

«No habría accidente»

Esa norma, matizó, se habilitó después del accidente, precisamente a raíz de una recomendación de la CIAF elaborada poco después del siniestro, destinada a señalizar e instalar balizas en las transiciones significativas de velocidad como la de Angrois. Otra recomendación que aparece en el informe de Angrois insta a Renfe y el ADIF a mejorar los canales de comunicación sobre seguridad. Rallo Guinot se mostró favorable a que se recuperen las comisiones mixtas de seguridad, eliminadas porque «eran una jaula de grillos».

Rosana Pérez y otros diputados también le preguntaron si el accidente se hubiera producido si esa norma sobre las transiciones de velocidad estuviera vigente ese día. «A mi juicio no, no se hubiera producido el accidente», contestó. Pero al mismo tiempo matizó que en la directiva europea que regula las comisiones de investigación se especifica que una recomendación de seguridad «no dará lugar en ningún caso a la presunción de culpa o de responsabilidad».

El presidente de la CIAF, que estará en el cargo hasta el 2017, cifra en 374 los puntos con una problemática similar a la de Angrois. En estas zonas no ha ocurrido ningún accidente, en su opinión, «porque probablemente son tan antiguos que son conocidos por todos». La curva de Angrois, explicó, «era poco conocida» entre los maquinistas. También llama la atención sobre el hecho de que tras el de Santiago apenas ha habido accidentes, pues todo el personal «está muy sensibilizado».

Muy alarmantes son los comentarios de Vicente Rallo sobre el ERTMS, el sistema de supervisión total del tren, «que ya va por la séptima revisión porque se dan cuenta de que falla». O sobre la antigua red de vía estrecha, que define como «una calamidad».