El mutismo se impuso en la dirección del PP gallego para valorar las nuevas actuaciones de la jueza Pilar de Lara en el marco de la operación Pokémon, que ponen la lupa en la presunta financiación irregular de los partidos. Ni la cúpula del PP, ni la del PSOE o el BNG, fueron capaces ayer de desmentir de forma taxativa que recibieran donativos de Vendex para la campaña de las municipales del 2011.
La secretaria de organización del PSdeG, Pilar Cancela, dijo que si se demuestra que existieron estos pagos sería «unha barbaridade», que obligaría al partido a tomar medidas «contundentes» contra los implicados en los posibles sobornos. Su homólogo en el BNG, Bieito Lobeira, ofreció ayer la «máxima colaboración» con la jueza e insistió en que uno de los donativos que se investigan, de 6.000 euros, fue ingresado por el propio BNG, a la vez que dijo que ninguno de los imputados es cargo orgánico o institucional del Bloque.
La voz discordante fue la de AGE, cuya viceportavoz, Yolanda Díaz, exigió ayer la dimisión de todos los nuevos imputados en la causa que investiga De Lara.