Neil Christie: «Cuando llegué aquí, las casas no tenían ni tejado»

Claudia Ramos / M. Santalla REDACCIÓN/ LA VOZ

GALICIA

Neil Christie apoyado sobre el que, a mediados del próximo año, espera sea su hogar.
Neil Christie apoyado sobre el que, a mediados del próximo año, espera sea su hogar. carlos castro< / span>

Neil compró un enclave abandonado y lo está reconstruyendo él mismo

24 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Neil Christie, un inglés prejubilado, nunca hubiese imaginado mientras trabajaba para una popular cadena de televisión en su país natal que terminaría siendo dueño de su propia aldea, Arruñada, en el límite entre Galicia y Asturias.

La historia comenzó por casualidad cuando, estando de viaje por la zona con su mujer, Rosa, se toparon con una singular oportunidad de compra. Explica que su vida laboral, que quedó ya en el pasado, era muy estresante y raramente podía relajarse y disfrutar de tranquilidad. Esto, sumado a lo enamorada que quedó la pareja de la zona, del aire limpio y de la ausencia de los ruidos propios de la ciudad, supuso el empujón para hacerse por 45.000 euros con 20.000 metros cuadrados y cuatro edificaciones, eso sí, en ruinas. Desde el año 2007 Neil se dedica a trabajar para convertir lo que eran solo restos en su futuro hogar. Para ello, se mudó la familia al completo -Neil, Rosa y sus dos hijas- a Taramundi, donde compraron una casa para vivir mientras duran los arreglos. Las jóvenes volvieron a Inglaterra para estudiar en la universidad, pero sus padres ya ven en Arruñada el lugar donde pasar el resto de sus vidas.

Las obras avanzan lentamente, ya que Christie lo hace todo sin ayuda. Ahora mismo está trabajando en la cocina, y, ocho años después de haber comenzado a arreglar una casa que «no tenía ni tejado», cree que para mediados del año que viene estará por fin lista para entrar a vivir. De momento todo el trabajo se ha centrado en una sola vivienda, que será la que ocupen Neil y Rosa. Respecto a qué hará con las otras tres edificaciones de su particular reino, nos comenta que le gustaría rehabilitarlas para que fuesen alquiladas, pero aún no sabe cuándo lo hará. Primero le toca descansar y disfrutar de los frutos del tiempo y trabajo invertidos. Además, el dinero también es un factor importante, porque aunque la compra del terreno fuese escandalosamente barata, en la reforma lleva invertidos más de 250.000 euros.

Curiosamente la quinta casa la habitará un amigo suyo, Chris Arias, de Virginia. Pero este americano no se cruzó con Arruñeda fortuitamente, sino que sus antepasados eran de A Pontenova, cerca del lugar, y cree que vivieron en la misma casa que él utilizará como residencia de vacaciones.

La compra de esta y otras aldeas abandonadas, especialmente en zonas de Galicia y Asturias, causa sorpresa en muchos, tanto que el caso de Neil y otros ya han salido en periódicos británicos y franceses, y en varias cadenas de televisión.

Neil Christie Propietario de arruñada