Aunque ha reconocido que la problemática requiere un enfoque más profundo, Vázquez ha reclamado que se ponga en marcha esta medida para «paliar de manera inmediata y urgente un problema que no puede esperar por soluciones a medio o largo plazo».
Apoyo de la oposición
El diputado del BNG Cosme Pombo ha reclamado a la Xunta la elaboración de un plan específico global para «garantizar una adecuada alimentación a los niños que se encuentran al borde de la exclusión social», algo que ha calificado de «prioritario».
Por su parte, Carmen Iglesias, del Grupo Mixto, ha instado a la Xunta a «poner medidas para remediar» los problemas de nutrición infantil en Galicia aunque sea a través de medidas «paliativas y temporales» y ha considerado «indigno» que «trate de ocultarse el drama social para no evidenciar los dramas internos».
Finalmente, la diputada del PSdeG Carmen Gallego ha defendido también una enmienda a la proposición en la que, más allá de esta medida concreta, reclamaba un «plan de actuación inmediata contra el riesgo de pobreza y exclusión social» centrada en los niños. De hecho, Gallego ha apuntado que, «además de la posibilidad de abrir los comedores escolares» en verano, es también necesario implicar en una estrategia mayor «a los ayuntamientos, las organizaciones» que trabajan en este ámbito y la Administración autonómica.
Aunque en un principio el diputado de AGE no había explicitado su aceptación a la enmienda popular, finalmente ambos grupos han acordado que el Parlamento inste a la Xunta a «llevar a cabo las medidas necesarias para evitar que ningún niño carezca de alimentación necesaria por estar su familia en situación de vulnerabilidad», apostando por «convenios con los ayuntamientos interesados» que podrían utilizar «las instalaciones de los centros en colaboración con los servicios públicos de bienestar». La iniciativa ha sido aprobada por unanimidad.