El cura de Boiro se niega a limpiar una pintada anticlerical en la puerta de la iglesia

Javier Romero Doniz
Javier Romero RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

Rechazó dos ofrecimientos para eliminarla y responsabiliza de la autoría a personas con las que tiene un conflicto

11 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La aguas bajan revueltas en la parroquia de Santa Baia de Boiro. Una pintada anarco-comunista contra los templos cristianos, y que reza en la puerta principal «La única iglesia que ilumina es la que arde», ha incendiado los ánimos y agudizado las diferencias que existen, desde hace un tiempo, entre feligreses y párroco, Rogelio Freijo. El problema es que este grafito, que ocupa buena parte de una de las entradas al templo, parece que tardará tiempo en eliminarse. El sacerdote se niega a taparlo, a pesar de haber recibido dos ofrecimientos -uno del Concello y otro de un particular- para hacerlo desaparecer a coste cero.

La gota que colmó la paciencia de los parroquianos fueron unas declaraciones que, según testigos, realizó el cura, en el sentido de que la pintada seguirá luciendo para escarnio de los vecinos de Boiro -él cree que la autoría es responsabilidad de unos feligreses con los que está enfrentado- y para que la vean los turistas que cada verano pasan sus vacaciones en este término costero.

Rogelio Freijo, consultado sobre esta cuestión, rechazó hacer declaraciones para no acrecentar la polémica. Solo señaló que el arzobis-po de Santiago, Julián Barrio, está al corriente de todo porque le informó él mismo.

Pasear por el perímetro de la iglesia de Boiro, antes o después de la misa de las ocho de la tarde, sirve para constatar que el párroco tiene a parte de la comunidad religiosa en contra. Feligreses consultados dicen que el incidente solo contribuye a mantener vivo el conflicto y descartan que haya sido obra de boirenses.

Frase corta

La pintada en cuestión corresponde a una frase corta que se atribuye al anarquista ruso Piotr Alekséyevich Kropotkin, que falleció en 1921.

Las puertas de la iglesia parroquial de Santa Baia no tienen la exclusiva de la pintada, puesto que ya se realizaron otras iguales en numerosos templos por todo el mundo -uno de ellos, la Catedral de Buenos Aires- así como en espacios públicos. La frase incluso ha sido usada por el feminismo radical.

El sacerdote la mantendrá, para escarnio de los vecinos y para que la vean los turistas