En el conjunto de España el saldo migratorio total es negativo también, como ocurriera en el 2012, pero multiplicando su magnitud. De la caída en 6.534 personas que entonces se produjo por una emigración de españoles mayor que la llegada de nacionales o extranjeros, ahora se pasa a perder 111.153, en esta ocasión por una fuga masiva de ciudadanos de otros países, aunque son también 37.000 mil más los españoles que se han ido al extranjero que los que han regresado.