Besteiro puede acabar fuera de juego entre Madina y Díaz

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

GALICIA

La falta de entusiasmo del gallego por el sistema de elección encaminado por Rubalcaba radica en que sabe que esta vía beneficia a Madina

09 jun 2014 . Actualizado a las 13:03 h.

No se había dejado ver apenas en cuestiones de política nacional desde que fue nombrado secretario general del PSdeG. Como si temiera que un paso en falso en las convulsas aguas socialistas le impidiera afianzar su liderazgo en Galicia. En las últimas semanas, sin embargo, José Ramón Gómez Besteiro ha dispuesto de una inmejorable oportunidad para hacerse notar, e incluso para sacar pecho entre sus compañeros de partido.

La estrategia de Alfredo Rubalcaba, ejecutada en dos tiempos y en perfecta sintonía con el joven diputado vasco Eduardo Madina (encaminar al partido hacia una elección del secretario general en un proceso de primarias), brindaba al líder socialista gallego la ocasión de reivindicarse a sí mismo y al PSdeG como precursor de un modelo que abre el congreso a la militancia.

Pero Gómez Besteiro eludió optar por esa vía, manteniendo un perfil más que discreto en torno a esta cuestión, limitándose a decir que está satisfecho de que se escoja ese sistema. Algo que hizo dudar a más de uno de que sea en realidad partidario de que el modelo seguido en su día en Galicia, del que ciertamente él no fue impulsor, se aplique a nivel nacional.

La clave de esa aparente falta de entusiasmo a la hora de reivindicar lo que ya se conoce como el congreso «a la gallega» hay que buscarla en el hecho de que Gómez Besteiro, como todos, sabe que ese modelo beneficia a Eduardo Madina, que carece de apoyos orgánicos sólidos en el PSOE y no tiene creada una red de respaldos territoriales. Y, de entre los cuatro candidatos que estaban en el cartel antes de la debacle de las europeas, las preferencias del líder del PSdeG eran Patxi López, Susana Díaz, Carme Chacón y Eduardo Madina, por ese orden.

Caídos López y Chacón, Besteiro apuesta por Susana Díaz y no por Madina, suponiendo que este llegue a dar finalmente el paso pese a las presiones brutales que está recibiendo para que retire su candidatura. A nadie se le ocultan las preferencias del sector pachista del PSdeG por Madina, ni las excelentes relaciones del político vasco con la diputada socialista gallega Laura Seara.

En ese juego de intereses, lo que ha causado extrañeza es la facilidad con la que Besteiro se ha dejado arrastrar por el repentino ímpetu republicano de algunos socialistas gallegos, hasta el punto de mostrarse partidario de abrir «un tiempo de reflexión» para una reforma constitucional «también sobre la jefatura del Estado». Algo con lo que, esta vez sí, Besteiro consiguió sacar la cabeza por primera vez en los periódicos nacionales. Y extraña, porque ese tipo de propuestas ponen en aprietos a Susana Díaz, que ya ha dejado claro que ella no está por la labor de que el partido se eche al monte. Así las cosas, Besteiro y el PSdeG pueden acabar quedando en fuera de juego tanto si gana Madina como si lo hace Susana Díaz.