La mayoría de ediles que dimitieron creen que Currás debe renunciar

I. C. / R. M. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Los miembros de la dirección local del PP lo invitan a dejar la presidencia

05 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los rostros sombríos ocultaban también indignación hacia su jefe de filas. Pero quisieron irse con elegancia, sin reproches. Los siete concejales de Santiago que dimitieron tras ser condenados a nueve años de inhabilitación por prevaricación al aprobar el pago del abogado de su compañero Adrián Varela, imputado en el caso Pokémon, suscribieron un comunicado conjunto leído por la teniente de alcalde María Pardo el pasado martes, cuando dejaron sus cargos en el Concello. Agradecieron expresamente el apoyo del PPdeG y de su presidente, Alberto Núñez Feijoo, pero ni una palabra, ni para bien ni para mal, hacia Ángel Currás. Ahora se sabe que algunos de ellos son muy críticos con el trato recibido por el alcalde y que llegaron a pedir su dimisión.

El cuestionado regidor tuvo que escuchar en dos ocasiones la palabra dimisión dirigida hacia él, en foros diferentes: la reunión mantenida el pasado lunes en la sede del PPdeG por los siete ediles con el vicepresidente del partido, Alfonso Rueda; el vicesecretario Agustín Hernández; y los dirigentes provinciales Carlos Negreira y Diego Calvo; así como en la del comité local del PP de Santiago, celebrada el martes por la noche.

En esta última, entre los aproximadamente cuarenta miembros que asistieron fue mayoritaria la posición de los que pidieron la apertura de un proceso para la renovación de la dirección local, con la salida de su presidente, Ángel Currás. En este caso, no se concretó cuál será la vía a seguir: la convocatoria del congreso o la designación de una comisión gestora. No obstante, quedó de manifiesto la posición crítica hacia la gestión de Currás al frente del partido en Compostela, por su parálisis durante los dos últimos años.

Pero también en la reunión del comité local hubo intervenciones que reprocharon la actuación de Ángel Currás como alcalde en el caso por el que siete de sus ediles fueron condenados. Según personas que asistieron a esta reunión convocada por el propio presidente local, dos de estos ediles, Francisco Noya y Luis García Bello, expusieron su opinión de que el regidor debía asumir sus responsabilidades y presentar su dimisión.

Salidas sin estrépito

Este mismo argumento había sido expuesto, al menos por Francisco Noya, en la reunión mantenida el día anterior por los siete concejales en la sede del PPdeG. Aunque ninguno de ellos se ha pronunciado públicamente en el mismo sentido, fuentes consultadas por La Voz señalaron que María Castelao lo suscribe, mientras que María Pardo y Cecilia Sierra, sin mostrar entusiasmo alguno hacia el alcalde, apelarían a la lealtad para evitar posicionarse teniendo en cuenta, además, que la dirección del PPdeG no vería con buenos ojos sus salidas con estrépito. De otros dos de los condenados, Juan de la Fuente y Amelia González, no trascendió ayer su posicionamiento, al contrario que la contundente crítica a Currás manifestada, incluso con reiteración, por los otros dos ediles que presentaron su dimisión en los últimos días, Adrián Varela y Rebeca Domínguez, adscritos al grupo que apoyaba a Paula Prado, que acusaron al alcalde de marginarlos cuando la diputada dejó el Concello.

Entre los argumentos expuestos por los concejales condenados en contra de Currás pesa sobre todo su responsabilidad sobre el acuerdo de la junta de gobierno que el 30 de mayo del 2012 aprobó pagarle el abogado a Adrián Varela. El alcalde, presidente de este órgano, no asistió a la reunión pese a que no tenía otros compromisos propios de su cargo. Además del asunto del letrado de Varela, entre los temas abordados en esa junta figuraban trámites para el pago de facturas al grupo Véndex, concesionario de servicios municipales. Una de las dos imputaciones que pesan sobre Currás corresponde al caso Pokémon, en el que se investigan las concesiones a dicha empresa.