Uno de los apresados estaba en busca y captura por nueve delitos

La Voz

GALICIA

25 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La banda ahora desmantelada por la Guardia Civil responde a todos los patrones de las que se organizan habitualmente en torno a los ambientes marginales de la capital de Bergantiños. Delincuentes reincidentes con un largo historial de detenciones policiales e incluso de condenas a su espalda, casi siempre por atentados contra el patrimonio, que se reúnen de una manera más o menos aleatoria para cometer sus fechorías.

Aunque veinteañeros en su mayoría, todos son viejos conocidos de las fuerzas de seguridad de la Costa da Morte, que tienen que lidiar prácticamente a diario con el resultado de sus acciones delincuenciales. Entre ellos, destaca el caso de Pedro López Añón, Pedrito, un joven ya con un largo pasado en centros de menores, que también se ha convertido en un habitual de los calabozos cumplida la mayoría de edad.

De hecho, en el momento de ser ahora detenido, pesaban contra él un total de nueva requisitorias judiciales por diferentes motivos, lo que le mantenía en la clandestinidad para burlar las labores de busca y captura del instituto armado.

La Guardia Civil anduvo tras de él desde noviembre del 2011, cuando fue detenido su padre, Juan López Noya, O Ganso, otro clásico del hampa carballesa, en el transcurso de la operación Máquina, destinada a desmantelar una banda de ladrones de tragaperras. Sin embargo, no fue hasta enero del 2012 cuando Pedrito cayó en las redes policiales como integrante de otro grupo que se dedicaba a perpetrar asaltos en bares de A Laracha, Carballo, Ordes y Trazo.