El voluntario de Ribeira dice que el incendio se inició por un pitillo que tiró al orinar

Javier Romero Doniz
Javier Romero RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

Jesús Villaverde, pasando ayer por la mañana a disposición judicial en Ribeira.
Jesús Villaverde, pasando ayer por la mañana a disposición judicial en Ribeira. MÓNICA FERREIRÓS< / span>

La jueza decretó ayer su ingreso en la prisión de Teixeiro tras oír su declaración y entender que existe riesgo de reincidencia

23 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El penal coruñés de Teixeiro es, desde ayer por la tarde, la nueva residencia de Jesús Fernández Villaverde, el exvoluntario de Protección Civil de Ribeira acusado de provocar el gran incendio que, el 27 de agosto del 2013, obligó a desalojar el polígono de Xarás y puso en serio peligro el hospital de Oleiros y varios centenares de viviendas. Este joven, de unos 30 años de edad, confesó la autoría de estos hechos en diferentes ocasiones. La primera vez fue el martes por la mañana en la base de la Policía Local de Ribeira. La segunda, ya por la tarde, en las dependencias de la Policía Autonómica, en Santiago. Y la tercera, ayer, en el Juzgado de Ribeira. En cada una de sus declaraciones, este vecino de Ribeira concluyó que el origen del fuego fue un pitillo que tiró mientras orinaba.

Jesús Fernández Villaverde llegó ayer a la sede judicial de Santa Uxía poco antes de las once y media de la mañana y su declaración se prolongó durante unas tres horas, en las que llegó a derrumbarse en varias ocasiones. Al final de su testimonio, y, según parece, cuando la jueza parecía tener claro que lo dejaría en libertad con cargos, fue la representante del Ministerio Fiscal la que solicitó medidas cautelares contra este vecino de Carreira. Entre ellas, requirió su ingreso en prisión sin fianza alegando que existe riesgo de que pueda reincidir.

El círculo más próximo a Fernández Villaverde aseguraba ayer que todavía desconoce la pena que se solicitarán para este hombre, aunque todas las voces consultadas indican que podría enfrentarse a un castigo máximo de quince años.

Más sospechosos

La investigación iniciada hace nueve meses meses por la Policía Autonómica ha derivado en un grupo concreto de sospechosos, que, en todos los casos, formaban parte del círculo de amistades de Suso, que es como lo conoce todo el mundo en su municipio natal. Los agentes, que ya tomaron declaración a todos ellos, parece ser que no lograron obtener los testimonios que buscaban. Sobre todo en el caso concreto de un joven que fue expulsado de Protección Civil de Ribeira por varias cuestiones y que, además, fue detenido recientemente por la comisión de un robo en este mismo concello.