Jaime Iglesias: «La percepción del riesgo de la droga bajó a niveles preocupantes»

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

El comisario aprecia «cierta banalización» respecto a este problema

14 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Un policía no se va nunca. Deja de ir a la comisaría, pero de pensamiento no se va nunca». Lo dice Jaime Iglesias Fernández (Allariz, 1949) dos días antes de colgar el uniforme de jefe superior de Policía de Galicia y de comisario principal del Cuerpo Nacional de Policía. «Pasado mañana [por el jueves] haré lo mismo que he hecho durante tantos años. Y al día siguiente, el 16, ya nada será lo mismo». Jaime Iglesias se jubila después de 44 años de policía, 41 de ellos en Galicia. El vicepresidente Alfonso Rueda dijo de él que se va «un policía como la copa de un pino». Se va en un momento en que los datos avalan un descenso de la criminalidad en Galicia, de un 5,46 % en el primer cuatrimestre.

-¿Es segura Galicia?

-Sin duda, Galicia es una comunidad segura. La tasa de criminalidad, en el ámbito del Cuerpo Nacional de Policía, está 15 puntos por debajo de la del conjunto de España. A ello contribuye la policía, pero también la idiosincrasia y la bonhomía de los gallegos.

-No pensará lo mismo un comerciante asaltado, o la víctima de un robo violento. ¿A esas víctimas, qué les dice?

-Poco se les puede decir, salvo trabajar para intentar solucionar su problema. Y en Galicia tenemos una tasa de eficacia en el esclarecimiento de delitos que está 15 puntos por encima del resto de España.

-¿Los gallegos tenemos una buena policía?

-La policía está muy incardinada en la ciudadanía. La mayoría de los policías somos gallegos y el conocimiento del territorio y de los vecinos no tiene más que ventajas. Y cuando una organización como la policía viene siendo bien dirigida es difícil que un nuevo líder la estropee en poco tiempo. De todas formas, las organizaciones vivas deben estar permanentemente cuestionándose qué pueden hacer mejor. Y así lo intentamos.

-¿Son suficientes los recursos policiales de esta comunidad?

-Los recursos humanos de los que disponemos en Galicia son los razonablemente adecuados para dar respuesta a la criminalidad y para la protección de los gallegos. Galicia dispone además de una unidad adscrita del Cuerpo Nacional de Policía, modelo por el que la comunidad autónoma ha optado de momento.

-Los datos de criminalidad han sido buenos, pero destaca un repunte en el tráfico de drogas. Usted conoce bien ese problema. ¿A qué puede deberse ese aumento?

-En cuanto al consumo de drogas he de decir que la respuesta social ha decaído en los últimos años, y que la percepción del riesgo por el consumo ha bajado a niveles preocupantes. Se percibe menor preocupación en la sociedad, incluso hay un cierto nivel de banalización.

-¿Galicia sigue siendo puerta de entrada de la droga?

-Mi experiencia me ha permitido conocer de cerca el crimen organizado, que en Galicia tiene dos expresiones endémicas, y una de ellas es el narcotransporte. Coincidiendo con lo dicho en una reciente entrevista de La Voz con un experto del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado, creo que la situación ha mutado positivamente. España, y sobre todo Galicia, ya no son la puerta de entrada de droga en Europa. Entra droga, pero como por otros muchos países, al haber evolucionado las organizaciones delictivas, al existir otras rutas de la droga, y a factores como la globalización, el acortamiento de las distancias o la mayor sofisticación de los medios que utilizan las bandas.

-Resistencia Galega ha sido declarada organización terrorista por la Justicia. ¿Qué supone eso para la policía?

-Los cuerpos de seguridad del Estado, y por supuesto el Cuerpo Nacional de Policía, han estado permanentemente atentas al fenómeno terrorista en Galicia -que históricamente ha tenido triste protagonismo en el entorno del PCEr-Grapo y con el Exército Guerrilheiro- y continúan trabajando para que Resistencia Galega reciba la respuesta adecuada. La sentencia que la declara organización terrorista, de la que estamos muy satisfechos, supone una estupenda herramienta de trabajo, incluso para desactivar las tentaciones de jóvenes que pudieran empezar el juego de tontear con esa peligrosa dinámica. Creo que podemos estar razonablemente tranquilos.

-A su llegada al cargo en febrero del 2012 se encontró con la tragedia del Orzán.

-Los policías presenciamos microtragedias todos los días. Estamos acostumbrados a estar cerca de víctimas. Y es muy duro cuando te sientes impotente ante un niño, una madre, un anciano... Por eso creo que el impacto de la tragedia del Orzán está superada por los compañeros. Hemos visto la fortaleza de las madres de los compañeros muertos. Creo que hemos quedado muy conectados con sus familias.

-Y también le tocó vivir el accidente del tren en Angrois, que investiga la policía.

-En Angrois hemos participado como el resto de cuerpos. Tuvimos la fortuna de que aquel día había 500 policías en Santiago por la festividad del Apóstol. Yo mismo estaba allí. Aquello fue muy duro. Pero lo más duro fue el encuentro con las familias de los pasajeros del tren en San Lázaro. Exigían, con toda la razón, saber si su familiar estaba muerto. Pero queríamos estar totalmente seguros. Yo tenía compañeros con a los que se les murieron familiares y no pude confirmarles en ese momento que habían muerto. Fue un momento muy difícil.

-¿Hay que ser de una pasta especial para ser policía?

-No creo que haya que ser especial. Hay que seleccionar bien a la gente que ingresa, formarla y actualizarla con una formación continua. Un policía puede llegar aquí sin vocación, pero quizá encuentre una especialidad que le guste.

-¿Qué hará a partir del próximo día 16?

-Atender más a mi familia. Tengo una nieta de 6 años. Y seguiré dando alguna clase en la Academia Galega de Seguridade. Pero echaré de menos levantarme a las siete de la mañana, hablar por teléfono todo el día, que me llamen a cualquier hora... He sido policía durante 44 años.

jaime iglesias jefe superior de policía de galicia