La Xunta amplía ahora hasta el verano el plazo para retomar las obras del vial de la Costa da Morte

Serafín Lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El anterior ultimátum del Ejecutivo de Feijo expiró en abril sin que la adjudicataria lograra avances

03 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La ejecución de la autovía de la Costa da Morte sigue pendiente de que la adjudicataria cierre la financiación necesaria para reanudar unas obras que llevan meses paralizadas por falta de liquidez. La Xunta ha decidido ampliar de nuevo el plazo para que la UTE que integran Copasa, Taboada y Ramos, Covsa y CRC Obras y Servicios obtenga el crédito bancario, una vez que el anterior ultimátum del Ejecutivo de Feijoo expiró en abril sin que esa adjudicataria lograra avances. En principio, el nuevo calendario obliga a las constructoras a poner a trabajar las máquinas antes de agosto en el que será el último vial en régimen de concesión adjudicado por la Xunta.

Se trata del enésimo episodio en la turbulenta gestación de una infraestructura que se mantiene en el aire nueve años después de que el último Gobierno de Fraga aprobara el anteproyecto, en julio del 2005, cuando ya se encontraba en funciones. Desde entonces, la autovía de 42 kilómetros que debe comunicar Carballo con Berdoias, en el municipio de Vimianzo, no ha dejado de sumar contratiempos y se ha convertido en uno de los mejores ejemplos de las enormes dificultades de las empresas para encontrar la liquidez precisa para sacar adelante unas obras que multiplican los costes para la Administración y lastra sus cuentas con gravosas hipotecas. Aquel primer anteproyecto del Ejecutivo de Fraga, en el que Feijoo era vicepresidente primero y conselleiro de Infraestruturas, pasó al Gobierno bipartito. En el 2007, licitó el tramo Carballo-Berdoias como vía de alta capacidad. Aunque el bipartito presupuestó la obra en 932 millones, la UTE integrada por Ferrovial y Taboada y Ramos se comprometió a ejecutarla por 476. Pero no consiguió cerrar el plan financiero. Tras solicitar tres prórrogas entre octubre del 2008 y abril del 2009, en agosto de ese año pidió a la Xunta de Feijoo la rescisión del contrato.

En diciembre del 2009, el Ejecutivo del PP realizó una segunda licitación que suscitó disputas. El PSOE denunció un sobrecoste de 400 millones en la oferta con la mejor puntuación económica, que fue la que presentó FCC (979 millones). Finalmente, y tras una reclamación de Dragados, la Xunta adjudicó el proyecto en el 2011 por 745 millones, cuando el coste real de las obras es de 208. En la actualidad, están ejecutados al 50 % los desmontes y colocados algunos pilares. La Xunta insufla oxígeno a la adjudicataria porque la alternativa es ejecutar las obras con unos recursos de los que carece.