Besteiro se sacude las imputaciones

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Endosa a los militantes el poder de colocar en las listas a los investigados por la Justicia

02 may 2014 . Actualizado a las 17:47 h.

La gran cuestión que barruntan estos días los socialistas gallegos es intentar averiguar por qué Besteiro dijo lo que dijo y abrió la posibilidad de que los cargos sujetos a alguna imputación judicial puedan ser candidatos en las elecciones municipales, en caso de que así lo decidan los militantes del partido. Y muy pocos, salvo quizás el propio Besteiro, son capaces de desgranar las verdaderas motivaciones que puede esconder este pronunciamiento, a través del cual el secretario general del PSdeG lo que consigue es desembarazarse en primera persona de una cuestión espinosa, que aflorará cada vez con más intensidad en el debate previo a los comicios municipales del 2015.

No habrá siquiera que esperar tanto. En el último trimestre del año en curso, los socialistas convocarán sus procesos internos para designar a los cabeza de lista a las alcaldías a través de primarias internas, siempre y cuando haya más de un aspirante. En ciudades como Santiago, Ourense, Ferrol, A Coruña o Pontevedra ya se han empezado a dar los primeros movimientos en esta dirección, con mayor o menor grado de intensidad, pues en todas ellas el PSdeG está llamado a colocar caras nuevas para competir por las alcaldías.

En el ámbito urbano, solo Vigo puede permanecer al margen de estos procesos, pues nadie en el partido discute que Abel Caballero volverá a ser candidato, situación que se extendería a Lugo si López Orozco anuncia formalmente su voluntad de aspirar por quinta vez consecutiva al sillón de mando municipal.

Ourense y Lugo

Y aquí estriba, precisamente, una de las razones que podrían haber motivado el anuncio de José Ramón Gómez Besteiro, pues en al menos dos ciudades -Ourense y Lugo- existen grandes probabilidades de que tanto Agustín Fernández como López Orozco se presenten como candidatos, pese a que ambos están imputados, sin que el secretario general del PSdeG tenga capacidad real, más allá de la disuasoria, que no es poca, para frenar sus opciones.

Formalmente, las declaraciones de Besteiro tampoco cambian nada en el partido, pues una imputación judicial no implica culpabilidad ni supone un obstáculo para que alguien pueda concurrir en una lista. Además, el PSdeG afrontó en los últimos años varios procesos electorales con algún imputado de candidato, como ocurrió en las generales del 2011, en la que el propio José Blanco era investigado por el caso Campeón, o en las autonómicas del 2012, cuando al lucense José Ramón Val le ocurría lo mismo con el caso de la retirada de las multas.

Un camino intermedio

Pero entre defender la posibilidad real de que un imputado sea candidato, y asumir así el posible coste en el plano político, y fijar algún criterio adicional en el PSdeG que deje a los cargos públicos investigados por corrupción fuera de las candidaturas, Besteiro optó por tomar un camino intermedio que en la práctica no cambia en absoluto las cosas, pero que a él le permite lavarse las manos con este asunto, al hacer recaer toda la responsabilidad en la decisión de los militantes.

De este modo, si un imputado es elegido candidato no será por decisión del secretario general del PSdeG, aunque en su mano esté la posibilidad de impedirlo, sino por el apoyo expreso de los militantes. Con esta ecuación quienes se frotan las manos son, en primer lugar, todos los cargos socialistas imputados con ambición de repetir en una lista, como serían José Nogueira (A Coruña) o Bernardino Rama (Santiago), aparte de los dos alcaldes antes citados. Pero también se las pueden acabar frotando, en segundo lugar, otros representantes que puedan ser imputados en el futuro en casos todavía abiertos, pues no hay que olvidar que la operación Patos puso uno de sus focos en el Concello de Vigo.

Eso sí, los criterios establecidos por el PSdeG para depurar responsabilidades a nivel interno se mantendrán inalterables. Es decir, cualquier cargo político investigado por corrupción sobre el que pesen medidas cautelares o que sea convocado a un juicio oral será apartado del partido y no podría ir en una lista del PSOE. Pero Besteiro prefirió no mojarse más allá de eso.

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