Suárez dijo en 1975 que Fraga sería un presidente «desastroso»

david martínez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Aseguró en una reunión con diplomáticos estadounidenses que el entonces embajador en el Reino Unido provocaba «desconfianza»

29 abr 2014 . Actualizado a las 09:48 h.

En octubre de 1975, con Franco en el lecho de muerte, Adolfo Suárez le hacía la cama a Manuel Fraga. Y, según las crónicas, viceversa. Pero es lo primero lo que acaba de quedar corroborado documentalmente, merced a la difusión, ayer en la cadena Ser, de un cable diplomático norteamericano recién desclasificado y recopilado por Wikileaks. De acuerdo con ese informe, por aquel entonces, encontrándose el dictador ya casi en sus estertores, Suárez mantuvo una reunión con diplomáticos de la Embajada de Estados Unidos en Madrid y les trasladó: «Fraga sería un desastre como presidente [de España] porque provoca desconfianza, aunque debería formar parte de un Gabinete más amplio». Jefe del Ejecutivo central jamás llegaría a ser el político de Vilalba, pero sí del gallego. Y durante tres lustros, de febrero de 1990 a agosto del 2005, gracias a cuatro mayorías absolutas consecutivas.

Era una España muy convulsa aquella de octubre de 1975, con Franco a semanas de fallecer. El general había dejado algunas cosas atadas y bien atadas, pero otras no. Y a EE.UU., a su diplomacia, a su Departamento de Estado, le interesaba particularmente conocer el cauce del río, por dónde iban a fluir esas aguas cuando al dictador se le apagase la luz definitivamente. Todo ello queda patente en los cables que el entonces embajador de Gerald Ford en Madrid, Wells Stabler, remitió a Washington.

Un secreto a voces

En uno de ellos, recién recopilado por el portal fundado por Julian Assange, se puede comprobar negro sobre blanco un secreto a voces: que la relación entre Suárez y Fraga, ambos con ambiciones, no era un idilio precisamente. El de Cebreros, fallecido el 23 de marzo del 2014, se reunió en una ocasión con el equipo de Stabler e intentó desacreditar al gallego para tomar parte en la carrera hacia la Jefatura del Gobierno. No era el hombre adecuado para aquello, confesó a los norteamericanos. En aquellas fechas, Suárez ocupaba la Vicesecretaría General del Movimiento y Fraga comandaba la Embajada de España en Londres. Enemigos en la intimidad, ambos formarían parte del primer Gobierno posterior a la muerte de Franco, bajo la batuta de Carlos Arias Navarro, constituido formalmente el 12 de diciembre de 1975: el abulense como ministro del Movimiento, y el lucense, como vicepresidente segundo y titular de la cartera de Gobernación, o sea, algo más arriba que aquel en el escalafón.

Sin embargo, la batalla decisiva entre los dos estaba por librar, la de la sucesión de Arias Navarro, con pilotaje del rey Juan Carlos. Y ahí Suárez, entrando en una terna en la que Fraga no logró figurar, vio colmadas sus expectativas, ya en el verano de 1976. Luego ambos volvieron a verse las caras en las urnas, el uno abanderando UCD y CDS, y el otro, al frente de AP. De nuevo, victorias para el duque. Tardaría años (casi tres lustros), pero el fundador de los populares terminaría encontrando el triunfo electoral, aunque para ello tuviese que regresar a Galicia.

De ahí que ayer, consultado al respecto, uno de los sobrinos de Fraga, Pedro Puy, no manifestase sorpresa por el cable en que el expresidente del Gobierno criticaba a su tío. «Es sabido que eran rivales electorales. [...] No me sorprende nada que Suárez tuviese mejor concepto de sí mismo del que tenía de Fraga», manifestó el portavoz del PPdeG en el Parlamento.