Decenas de inmuebles del Estado que llevan meses en el mercado buscan dueño en Galicia

Coronando la plaza de Ourense, en Pontevedra, se alza un majestuoso edificio del XVIII. En su día fue parte del convento de San Francisco, luego fue sede de la Agencia Tributaria y ahora busca dueño. Lo hace desde que el Ministerio de Hacienda lo incluyó en la relación de inmuebles que el Estado ha lanzado al mercado dentro de un plan de racionalización de su patrimonio, aprobado en abril del año pasado. Con dicha operación el Gobierno pretendía, entre otras cosas, aumentar el nivel de ingresos de las arcas públicas, pero en algunos casos parece que le está costando hallar compradores.

De hecho, diez meses después de haber hecho público que la antigua sede pontevedresa de Hacienda iba a ser enajenada -algo que cayó como un jarro de agua fría en el Concello ante el temor de que pudiera caer en manos privadas- no hay noticias de ninguna oferta. El Ministerio de Hacienda tampoco ofrece información sobre cuántas de las 282 fincas, viviendas, solares, carreteras, bajos o inmuebles que ha puesto a la venta han cambiado de dueño y únicamente se limita a remitir a la información que aparece en la página web. Pero buceando en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y en las páginas de los diferentes organismos a los que pertenecen dichas fincas -el ADIF, Correos, Sepides, la Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento de la Seguridad del Estado, Defensa o la Dirección General de Patrimonio del Estado- no es complicado concluir que decenas de esas que se ofertaban en Galicia continúan en el mercado. Entre ellas hay fincas rústicas de 500 metros cuadrados en el concello lucense de Pol que parten de un valor de 551,95 euros, pero también hay bajos en Ferrol por los que la puja comienza en los 126.302.

El local que albergó las oficinas del DNI y pasaporte de la Policía Nacional en pleno centro de Santiago fue incluido dentro del anuncio de una subasta al alza de bienes de Interior que tenía como fecha de celebración el 4 de diciembre del año pasado. El importe para la primera subasta era de 246.890 euros, frente al de la segunda, que eran 222.201. La puja parece que no tuvo éxito porque hace un par de semanas continuaba en venta en la web de Interior con un valor de tasación de 246.890 euros. Pese a que todavía no tiene fecha, dicho organismo también invita a pujar por el antiguo cuartel de A Graña, en Ferrol; y el de As Somozas.

Unas de las últimas pujas que han realizado fueron la semana pasada por unas trece fincas rústicas en los concellos lucenses de Pol y A Pontenova. Fueron mediante presentación de ofertas en sobre cerrado hasta el pasado viernes a las 13.30 horas. El Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de Defensa, uno de los que más fincas ha ofertado, subastará además mañana dos locales en Vigo y en junio otros dos bajos en Ferrol. Correos también dispone de varios locales que no encuentran novia. La web de BNP Paribas, a la que la empresa pública encargó hacerse cargo de la subasta de sus propiedades, todavía tiene como pendientes varias en Ordes, Samos, Boiro y Rianxo. Otras en cambio han cambiado de manos. Es el caso de la antigua sede de Vilagarcía. «Compreille o local a finais do ano pasado por subasta e puxen o cartel de que está á venda hai pouco», explica por teléfono el nuevo dueño de ese local.

Pero no solo el Gobierno central saca al mercado bienes para recaudar fondos. El año pasado Portomarín, por ejemplo, subastó tres viviendas para comprar y restaurar la Casa del General Paredes. La Xunta dice que los bienes que saca son esporádicos, pero no hace mucho que puso en el mercado la sede de la Cámara de la Propiedad de Ferrol.

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