Víctimas del marchante de Parga implican a una histórica galería

maría cedrón / xosé carreira REDACCIÓN, LUGO / LA VOZ

GALICIA

La neoyorquina Knoedler cerró en el 2011 por un escándalo de presunta venta de obras falsas que supuestamente le adquiría a él y a su expareja

25 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Las denuncias contra la histórica galería neoyorquina Knoedler, fundada en 1846 en Manhattan, por la comercialización de presuntas obras falsas acabaron provocando su cierre en el 2011. John Cahill, abogado de dos de las presuntas víctimas del entramado en el que el FBI y la Fiscalía de Nueva York implican al marchante José Carlos Bergantiños, sospecha que la galería también podría estar en la trama.

John Cahill, letrado del ejecutivo de Wall Street, John Howard, y del doctor Martin Cohen, manifestó ayer sus sospechas de que tanto la exdirectora de la galería, Ann Freedman, como su dueño, Michael Hammer, podrían conocer la trama. «Nosotros y otros letrados hemos alegado en el proceso abierto que la directora de la galería caída en desgracia y el dueño de la misma -nieto de Armand Hammer y padre del actor de Hollywood Army Hammer- participaron en la trama de venta de obras falsas», explica. Howard, por ejemplo, adquirió a la galería un supuesto falso paisaje de De Kooning por unos 4 millones de dólares.

«Creemos -añade el abogado de John Howard- que el hecho de que la galería, Freedman y Knoedler mantengan las decenas de millones de dólares que se llevaron de las ventas de cuadros falsos es indicativo de su mala fe». Y se pregunta si «ninguno va a responder a la pregunta de por qué no se devolvió el dinero que recibió supuestamente de la venta de falsificaciones compradas a una acusada confesa. Creemos que la evidencia está a favor de nuestros clientes, además de otras víctimas».

El escrito de acusación de la Fiscalía de Nueva York contra José Carlos Bergantiños, su hermano Jesús y el artista de origen chino Pei Shen Qian -la expareja de Bergantiños Glafira Rosales se declaró culpable en septiembre y ahora espera sentencia- explica el papel de Knoedler, identificada por la prensa norteamericana con la «galería 1» que aparece en ese documento. Dice que entre los primeros años de la década de los noventa y en torno a junio del 2009, a través de King?s Fine Arts o Glafira Rosales Fine Arts (sociedades desde las que supuestamente operaban Bergantiños y Rosales), comercializaron en torno a cuarenta piezas falsas a dicha galería y otras 23 a lo que el documento identifica como «galería 2». Además, añade que desde 1994 hasta el 2009, Knoedler pagó por esas pinturas 20,7 millones de dólares. La «galería 2» habría pagado a su vez unos 12,5.

Pero el escrito dice además que dichas galerías se lucraron con la venta de obras falsas: «Las víctimas habrían pagado a la primera galería [Knoedler] más de 63,7 millones de dólares y a la segunda más de 17 por las obras falsas, con lo que la primera habría obtenido un beneficio de unos 43 millones, mientras que la segunda unos 4,5 por la comercialización de esas piezas», explica la acusación.

Tras conocer que Carlos Bergantiños fue detenido y luego puesto en libertad en España a la espera de la vista para su extradición, el abogado de John Howard y Martín Cohen manifestó su esperanza de que España «lo extradite para que pueda responder a los graves cargos que pesan sobre él y que han perjudicado a tantos (el dinero obtenido por una de la últimas supuestas obras falsas comercializadas parece que fue para una oenegé)».

«La galería habría obtenido un beneficio de 43 millones con esas obras»

Carlos Bergantiños comparece en Lugo

Traje azul marino, gafas de sol oscuras, caminando con aplomo al lado de su abogado. De esa manera se acercó ayer Carlos Bergantiños hasta los juzgados de Lugo para realizar la comparecencia diaria que le ordenó el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, como medida cautelar tras su puesta en libertad el pasado lunes. Dicha obligación le fue impuesta porque al requerirle su pasaporte tras la prohibición de salir del país, al parecer este alegó que no lo tenía.

Por eso tendrá que presentarse en el juzgado más cercano hasta que lo entregue. Y todo a la espera de que la Audiencia Nacional marque la fecha de celebración de la vista para su extradición a Estados Unidos. De momento no hay fecha y puede tardar meses.

Donde no se le vio fue en Parga, su villa natal, en Guitiriz. El que estuvo por allí, al menos el miércoles por la noche cenando en un restaurante local fue su hermano Jesús, que fue detenido en Lugo y luego puesto en libertad el mismo día que él. Allí, en Parga, la presunta participación de Carlos Bergantiños, Tatá, y de su hermano mayor Jesús en una trama dirigida a comercializar pinturas falsas de artistas expresionistas abstractos norteamericanos, tal y como les acusa el FBI y la Fiscalía de Nueva York, es el principal tema de conversación en las tertulias que se improvisan en los bares.