Las iglesias del Camino estarán cerradas en Semana Santa

Lucía Rey
lucía rey LUGO / LA VOZ

GALICIA

El Xacobeo no ha firmado aún el convenio con las diócesis para abrirlas

11 abr 2014 . Actualizado a las 11:49 h.

Los peregrinos que se animen a hacer el Camino de Santiago esta Semana Santa encontrarán cerradas la mayoría de las iglesias que salpican la ruta milenaria a su paso por Galicia. La información la confirmó ayer el delegado de Peregrinaciones de la diócesis de Lugo, José Criado, que explicó que la sociedad anónima que gestiona el Plan Xacobeo, y que actualmente está bajo el paraguas de la Axencia de Turismo de Galicia, no ha firmado todavía el convenio que hasta ahora suscribía cada primavera con las diócesis gallegas. A través de ese acuerdo, la Xunta subvencionaba la contratación del personal que permite tener abiertos durante la época de mayor afluencia de caminantes los templos que salpican de arte, historia y espiritualidad los diferentes itinerarios xacobeos, y que en muchos casos están situados en poblaciones pequeñas o aisladas, en las que apenas vive gente.

Hasta el 2013, el convenio tenía una duración cinco meses, al extenderse del 1 de mayo al 30 de septiembre. «Peregrinos llegan a lo largo de todo el año, pero es verdad que esos son los meses de mayor intensidad», comentó Criado. Sin embargo, a estas alturas de abril los responsables diocesanos desconocen si el compromiso tendrá continuidad. «Como en esta ocasión la Semana Santa cae tan alta, casi en mayo, solicitamos que adelantasen algunas semanas la firma para que las personas contratadas pudiesen atender las iglesias en estas fechas, pero por ahora no tenemos respuesta. Ni de lo que va a ocurrir en Semana Santa ni de lo de todos los años», apuntó el sacerdote.

Hasta 12.000 personas al mes

A su juicio, la ayuda que concede el Gobierno gallego es decisiva a la hora de proteger y difundir una ruta que fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1993, y que cada año atrae a miles de visitantes de todos los rincones del planeta. «Solo por el Camino Francés pasaron el año pasado de 8.000 a 12.000 peregrinos en los meses de mayor intensidad. Y sumando los que hicieron alguna de las otras rutas esa cifra es mucho mayor», subrayó Criado. En esa línea, el sacerdote lucense quiso poner valor el trabajo desarrollado por el personal que atiende las iglesias.

Además de abrir y cerrar los templos ocho horas diarias, se encargan de sellar las credenciales y ofrecer información sobre aspectos históricos y artísticos relacionados con los edificios y con la ruta. Pero también resuelven dudas a los caminantes durante la marcha hacia Compostela. «Hacen una labor inmensa y tenemos miles de testimonios de peregrinos en este sentido desde hace tiempo. Valoran lo mucho que hacen y lo agradecen», indicó Criado, que explicó que en otros rincones de la geografía española no ocurre lo mismo. «La gente está encantada de que al llegar a Galicia estén las iglesias abiertas, porque en otros muchos lugares están cerradas», señala.

Otras fuentes desvelaron que el retraso en la firma del convenio se debe a los cambios aprobados por el Consello de la Xunta a finales del 2013, y que redujeron al máximo el objeto social de la empresa pública gestora del Xacobeo. De esta manera, entre sus funciones ya no se contempla la firma de convenios con ayuntamientos e instituciones religiosas.

Un convenio que permitía visitar los templos

El convenio que hasta el año pasado firmaban el Xacobeo y las diócesis afectaba a iglesias de todas las rutas del Camino de Santiago. La diócesis de Lugo, por ejemplo, contrató en el 2013 a 15 personas que entre mayo y septiembre se encargaron de abrir a los peregrinos un número similar de templos. En detalle, en el Camino Francés hubo dos guías en la iglesia de Santa María do Cebreiro, que simboliza la entrada de la ruta milenaria en la comunidad gallega. A una veintena de kilómetros, en Santiago de Triacastela hubo otro, al igual que en la Capela do Ciprés, situada en Samos; en la iglesia de Santa María de Sarria; y en la de San Nicolás de Portomarín. Más adelante, la diócesis tuvo abiertos dos templos en Palas de Rei: Vilar de Donas y San Tirso; y cuatro en el municipio de Melide: Santa María de Leboreiro, San Xoán de Furelos, San Pedro y Santiago de Boente.

Pero también se contrataba personal en el Camino Primitivo. En el templo de Santa María de A Fonsagrada había un cuidador, y otro en Santa María de Vilabade, en el concello de Castroverde. Finalmente, en la catedral de Lugo realizaba esas funciones otra persona. Y por la Vía da Prata, los peregrinos podían acceder a la iglesia de Santiago de Taboada, en Silleda. El horario de apertura de los templos se adapta a si están en el inicio, la mitad o el final de una etapa, según señaló José Criado.