La jueza De Lara halló 300.000 euros en la caja de seguridad de una empresa de Gerona

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

Cree que los cofres pueden ocultar dinero de actividades ilícitas

06 abr 2014 . Actualizado a las 11:06 h.

La jueza Pilar de Lara sospecha que las cajas de seguridad que algunas empresas e imputados alquilaron a entidades bancarias pudieron servir para ocultar dinero procedente de actividades ilícitas. Su interés por hurgar en ellas parece no ir desencaminado porque en una encontró 300.000 euros y también una considerable cantidad de dólares. Este detalle pudo conocerse tras la última entrega a las partes de tomos digitalizados de la operación Pokémon. Ese dinero estaba en el cofre de una constructora de Gerona que está siendo investigada dentro de la rama catalana de la operación.

Hace varias semanas la jueza se personó en una entidad de Novagalicia en Lugo para inspeccionar la caja de Decon, una empresa que considera tapadera para dar apariencia de legalidad al pago periódico de sobornos por importe de 3.500 euros. Aunque solo halló las escrituras de la sociedad, los investigadores apenas tienen duda de que el cofre pudo ser utilizado para ocultar dinero. «No tiene absolutamente ningún sentido tener una caja de seguridad para guardar las escrituras de una empresa», apuntó uno de los investigadores.

Cuando la jueza decidió ir a por la caja, sabía perfectamente el terreno que pisaba. Unos meses antes dio en el clavo cuando ordenó revisar la de una empresa que está involucrada en la investigación abierta por presuntos delitos cometidos contra la Administración pública por parte del presidente del Consell Comarcal de la Selva, así como de distintos funcionarios que prestan servicio en dicho organismo de la provincia de Gerona.

En la caja había cuatro sobres con gran cantidad de euros, además de numerosos fajos con papel moneda. Once de estos últimos estaban compuestos por un centenar de billetes de distinta cantidad de euros. Además había tres montones de 10.000 dólares cada uno, repartidos en billetes de cien.

Al igual que sucedió en la entidad lucense, la magistrada reclamó a los investigadores de Vigilancia Aduanera que pidan la documentación correspondiente al registro de entradas hechas al cofre aportado a las diligencias. En el caso de la conocida como caja de los sobornos el número de visitas anotadas no coincidía con las que declaró el promotor de la empresa considerada como tapadera. Además no estaba documentado que la entidad hubiese cobrado el alquiler durante varios años. Estos hechos provocaron que la jueza reclamase la identificación de varias personas de la entidad. Los responsables de esta en Gerona, localidad en la que estaba el cofre, dieron la relación detallada de los que fueron a la caja que fue desmantelada.

De Lara también se fijó en los cofres de seguridad en el marco de la operación Carioca, puesta en marcha para desmantelar una red de explotación de mujeres en burdeles de Lugo. En la que tenía alquilada el principal cerebro, José Manuel García Adán, encontró 80.000 euros. Para abrirla fue necesario llamar a un cerrajero porque el banco no tenía una copia de la llave en cuestión.