El «Mar de Marín» fue avisado de que iba a chocar con el mercante

A. Martínez / E. V. Pita / S. Antón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Capitanía alertó al pesquero que debía variar el rumbo cuando este salía de la ría por el canal de entrada. Hoy se ha reanudado la búsqueda de los dos desaparecidos. SIGUE AQUÍ TODA LA INFORMACIÓN SOBRE EL ACCIDENTE

02 abr 2014 . Actualizado a las 11:44 h.

Todo indica que un error humano fue la causa del accidente que en la madrugada de ayer acabó con la vida de tres marineros del pesquero Mar de Marín en la bocana sur de la ría de Vigo y provocó la desaparición de otros dos. A primera hora de hoy, las labores de búsqueda se habían reactivado. Según fuentes de la investigación, el arrastrero salía por equivocación por el canal de entrada y no pudo evitar la colisión con el carguero Baltic Breeze, que venía de frente con una velocidad y dirección adecuadas.

Los servicios de Salvamento aplazaron anoche la búsqueda de los cuerpos de los dos desaparecidos. Buzos de Salvamento Marítimo y un sargento del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil acudieron al lugar del hundimiento para rastrear el pecio, situado a 57 metros de profundidad, pero no pudieron sumergirse debido al mal estado de la mar. Hoy lo volverán a intentar.

El siniestro ocurrió a las 2.45 horas de la madrugada. El Mar de Marín salía tras haber descargado en O Berbés. Se dirigía al caladero de Muxía para seguir faenando. El patrón descansaba y su lugar en el puente lo ocupaba el patrón de costa, Alejandro García, que podría estar acompañado por el oficial Santos.

Cuando estaban a punto de salir de la ría al sur de Cíes, percibieron que un buque carguero se dirigía hacia ellos. Era el Baltic Breeze, con bandera de Singapur, que iba a recogerse en el fondeadero de las islas a la espera de cargar vehículos al día siguiente en Bouzas.

Advertencias

Pensando que este buque llevaba una trayectoria errónea, los pescadores dieron la voz de alarma por radio a Capitanía Marítima. Hubo un intercambio de opiniones. La conversación grabada duró unos cuatro minutos en la que los controladores del puerto advirtieron al pesquero de que eran ellos quienes se encontraban fuera de su canal de navegación y que tenían que corregir el rumbo urgentemente. O no hubo tiempo o algo pasó. Estaban a menos de tres cuartos de milla.

El buque de 164 metros de eslora se echó encima de la embarcación de 27 metros. Según explicó el patrón mayor de la Cofradía de Vigo, Julio Alonso, el arrastrero «hizo una maniobra extraña». La investigación apunta a que habría incumplido la norma 14 del reglamento internacional para prevenir los abordajes en la mar (Ripa), según la cual en esa situación debería haber girado a estribor. Inexplicablemente, habría virado a babor y se interpuso en la trayectoria del buque, que lo embistió brutalmente. El pesquero se hundió en unos tres minutos. Los tripulantes se concentraron rápidamente en el puente de mando para colocarse los trajes de supervivencia. No les dio tiempo porque el barco zozobró y los lanzó al agua. Dos de ellos consiguieron llegar a las balsas de salvamento y, a su vez, rescataron a otros tres tripulantes.

La patrullera Halcón I, del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), con base en Vigo, se encontraba en esos momentos en la ría en tareas rutinarias y los tripulantes apreciaron señales en su radar que les hicieron sospechar que eran los indicios de una posible colisión. Los vigilantes llegaron poco después donde estaba el mercante, localizaron la balsa de salvamento y recogieron a los cinco náufragos, cuatro marineros -Santiago González Torres, Juan Ramón González Torres, Gumersindo Márquez, Francisco Javier Pazos- y el biólogo Nicolás Mira, de la empresa IPD, en labores de observación para el Instituto Español de Oceanografía.

Rescate

Los cadáveres fueron rescatados por tres pesqueros, dos de Portonovo y uno de Vigo, que tuvieron noticia del accidente tras realizar su descarga y acudir inmediatamente al lugar de la tragedia. Los cuerpos fueron depositados en el muelle del Berbés y trasladados al hospital Nicolás Peña para realizarles la autopsia por orden del Juzgado de Instrucción 7 de Vigo. Agentes del equipo de policía judicial de la Guardia Civil de Vigo inspeccionaron el buque horas en el muelle de trasatlánticos.

El impacto provocó una grieta en el bulbo de proa del buque de poca anchura y unos 60 centímetros de longitud que originó la apertura de una vía de agua. Buzos de una empresa se sumergieron en el muelle para valorar los daños por debajo de la línea de flotación. La embarcación sufrió además otros impactos en proa y babor. La Guardia Civil y técnicos de la Universidade de Vigo rastrearon el fondo con un sonar a bordo de la Salvamar y localizaron el barco al sur de las Cíes. En las labores de rescate se produjo un gran despliegue, con la participación de pesqueros.