La subida de la basura golpea Sogama

serafín lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La reforma eléctrica dispara un 34 % el canon y abre una crisis en el modelo de gestión de residuos mayoritario en Galicia, contra el que PSdeG y BNG movilizan a sus alcaldes

17 mar 2014 . Actualizado a las 09:14 h.

Ya no hay vuelta atrás. El tasazo de la basura ha dejado de ser un anuncio y la rebelión con la que amagaron los alcaldes críticos está en marcha. Esta ofensiva, a la que los líderes de PSdeG, BNG y AGE dieron su bendición en la protesta del martes pasado frente al Parlamento, tiene como contexto político evidente las municipales del 2015. Aunque parte de una decisión de la Xunta que tendrá una repercusión directa en las cuentas de los concellos y, en última instancia, en los hogares. Pero, sobre todo, el incremento del 34 % en el canon que Sogama cobra a los 296 ayuntamientos adheridos reabre el debate sobre la rentabilidad de un sistema de gestión de residuos consolidado en Galicia y que sale tocado de la reforma eléctrica.

Las modificaciones legales introducidas por el Ministerio de Industria afectan a la esencia de un modelo que tiene su razón de ser en la incineración de la basura para producir electricidad. Hasta ahora, la sociedad pública ambiental equilibraba su cuenta de resultados con la venta de esa energía generada en la planta de Cerceda. El 50 % de su facturación procedía de ese negocio, en el que la Xunta tiene como aliado a Gas Natural Fenosa. Y el 50 % restante, de los ingresos por el canon que la empresa cobra a los municipios. La reforma energética rompe ese equilibrio. Sogama pagará un 7 % más por vender la energía y comprará un 7 % más caro el gas que emplea en la planta de cogeneración. Aunque el principal golpe de este cambio en las reglas de juego del sector eléctrico sobre el modelo por el que ha apostado Galicia es la retirada de las primas por la producción de electricidad a partir de fuentes renovables. La suma de estos ajustes legales es la que determina la subida del 34 % en el canon. Al mermar los ingresos por venta de energía, a Sogama no le queda otra que acudir a los concellos.

Incertidumbres

La controvertida subida permite a la Xunta salvar ese primer escollo, pero no despeja las incertidumbres que se proyectan sobre el futuro de la sociedad ambiental. Por una parte, la reforma legal del sector eléctrico que motiva el incremento del canon no está cerrada. El propio Gobierno de Feijoo admite que, en función del dibujo final, ese marco podría obligar a revisar de nuevo la tasa. Además, la Xunta tiene pendiente un conflicto de competencias planteado por el Estado que puede obligar a devolver 11 millones en primas que la sociedad pudo cobrar de modo indebido.

Estas brumas que envuelven Sogama brindan a la oposición la oportunidad de reabrir el debate sobre el modelo de la incineración de residuos, que ya se visualiza en la movilización en la calle y en una amenaza de impago de la subida que habrá que ver cuántos alcaldes ejecutan. En ese sentido, el aumento del canon ha sido aprovechado por PSdeG, BNG y AGE como detonador de una disputa política de alcance todavía incierto.

Galicia genera cada año un millón de toneladas de basura. Más de 800.000 van a la planta de Sogama, 168.000 a la de Nostián y 32.000 a la de Lousame. Estos datos revelan la diferencia de capacidad del complejo de Cerceda con respecto a los que recogen los residuos de A Coruña y de otros nueve municipios del consorcio de As Mariñas (Nostián) y de nueve concellos de la Mancomunidade Serra do Barbanza (Lousame).

Pese a que Sogama ha ido mejorando su eficiencia y rebajando progresivamente el porcentaje de la basura que no recibe un tratamiento óptimo, todavía entierra en el vertedero de Areosa más de 200.000 toneladas al año. En el 2013, esa cifra bajó de 256.000 a 212.000 toneladas, un recorte del 17 %. Esto supone que, incluso con esa evolución, el 27 % de los residuos por los que la sociedad ambiental cobra el canon a los 296 concellos acaban en el vertedero controlado y no reciben, en consecuencia, la gestión que debieran. La proporción de envío a vertedero es mayor en Nostián y Lousame, sí, pero el número de toneladas es mucho menor porque también lo es la dimensión de las plantas y el volumen de población a la que dan servicio.

Asturias apuesta por incinerar

La reactivación de este debate en Galicia coincide con la adopción de un sistema de valorización energética como el de Sogama por parte del Gobierno socialista de Asturias, dentro de su plan de residuos 2014-2024. La comunidad vecina está en una situación similar a la que tenía Galicia a finales de los años noventa, con un porcentaje muy elevado de residuos que se eliminan en vertedero y que carecen de destino alternativo. La diferencia es que Asturias cuenta con un único vertedero de grandes dimensiones, mientras Galicia tenía entonces casi 300 en las cuatro provincias. La planta asturiana podrá tratar hasta 340.000 toneladas al año.

Los alcaldes críticos con la subida del canon retomarán mañana su agenda de movilizaciones con una concentración frente a San Caetano. La mayoría de los municipios no repercutirán en la factura que pagan las familias un tasazo que tendrá un coste desigual para las arcas locales. Carballo calcula que será de 200.000 euros, 6,37 por vecino y año. Pontevedra lo cifra en 651.000, a 7,84 por habitante. La Xunta responde con una invitación a los municipios a mejorar los índices de reciclaje para reducir el impacto de una subida que podría inflar una deuda con Sogama que en los últimos años bajó de 25 a 17,3 millones.