Bildu, IU y la confusa vía gallega

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Los socios europeos del BNG y Anova serán ocultados en las papeletas

16 mar 2014 . Actualizado a las 07:33 h.

Hay un común denominador en las alianzas europeas articuladas por el nacionalismo gallego más representativo, y es el especial empeño que oponen sus dirigentes en dejar en la penumbra las siglas de sus compañeros de viaje. El BNG intentará que su socio, Bildu, no se presente en Galicia, al igual que hará Anova con Izquierda Unida (IU). Ambas formaciones nacionalistas exprimirán al máximo las posibilidades legales que brinda la cita del 25 de mayo para concurrir con papeletas diferenciadas, que contengan únicamente los nombres gallegos, conscientes como son de que su alianza estratégica puede abrirles graves grietas en su propio electorado.

La voz de alarma en el BNG ya la dio el mes pasado el exdiputado Carlos Aymerich, al advertir que la alianza con la izquierda abertzale heredera de HB los iba a obligar a dar «explicacións adicionais», como ya se las empezó a exigir el PP. También chirría este giro para el sector más distante de la UPG, ese al que Bautista Álvarez se refirió como el «unto» del Bloque, que está conformado por alcaldes y cargos institucionales que dentro de un año pueden pagar una factura inesperada al pedir la reválida en las elecciones municipales.

La alianza con Bildu, opción que despreció todo el nacionalismo catalán, no era tampoco la que gozaba de mayores simpatías entre destacados miembros de la dirección, como Xavier Vence, portavoz nacional, Francisco Jorquera, portavoz en el Parlamento, o la candidata Ana Miranda, deudora más que nadie de las buenas relaciones que tejidas con ERC en Bruselas y que la convirtieron en eurodiputada mediante rotación.

Una parte importante de Anova, el partido liderado por Xosé Manuel Beiras, tampoco oculta su incomodidad por acudir a Europa en una posición subordinada en la lista de IU. Y no es solo una cuestión de Os dous de sempre, que es como el propio Beiras alude a Mario López Rico y Luis Eyré, Palleiro, parafraseando el título de la única novela escrita por Castelao.

Efectivamente, el Pedriño y el Rañolas de Anova muestran serias cautelas hacia la alianza estratégica con IU, hasta el punto de considerarla un «erro grave» que solo puede conducir a un intento del PCE de engullir el capital acumulado por la organización nacionalista gallega, desvinculándola de otros movimientos frentistas nacidos de la nueva cultura política en los que puede prender mejor la mecha.

Con todo, el actual coordinador de Anova, Martiño Noriega, mantiene su confianza en que las europeas contribuyen a relanzar el proyecto autónomo de Anova, si bien entre sus seguidores abundan los que vislumbran en el horizonte una relación mucho más estable con la izquierda federal española, que deberían desembocar -creen- en algo parecido a Iniciativa per Catalunya, es decir, en una refundación de Anova y Esquerda Unida en una marca común, que sería la referencia de ambas en Galicia.

Quince años después de que el nacionalismo gallego lograra en solitario un escaño en la Eurocámara, con los 350.000 votos de Camilo Nogueira, el BNG y Anova tomaron caminos diferentes para intentar repetir la gesta. Pero en política ocurre que casi nunca por separado se pesca mejor, y menos todavía cuando la compañía no es del todo grata.

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