Perece un emigrante larachés en un incendio en su casa de Lausana

carballo / la voz

GALICIA

El hombre, de 39 años, vio el fuego desde el exterior de la vivienda; subió y la inhalación de humo lo dejó sin conocimiento. Después se vio afectado por las llamas

14 mar 2014 . Actualizado a las 12:38 h.

Jesús Caamaño Outeiro, de 39 años, natural del lugar de O Cancelo, en Cabovilaño (A Laracha) falleció al lado de Lausana (Suiza), en la localidad de Préverenges, a consecuencia de un incendio que afectó a la vivienda en la que residía. El siniestro ocurrió el sábado por la tarde, y las circunstancias exactas están todavía bajo investigación. O, al menos, no han trascendido los resultados.

Según relató ayer una familiar directa, el siniestro pudo ocurrir cerca de las 14 horas, cuando Jesús estaba fuera del piso, una buhardilla. Vio fuego en el interior, subió, pero la inhalación de humo lo dejó sin conocimiento y después se vio afectado por las llamas. Vivía solo y no había nadie más en la casa, construida en madera y con moqueta en el suelo, de ahí la rápida propagación del fuego. El estado en el que quedó el cadáver ha hecho necesario practicar pruebas de ADN para su identificación, por lo que se han desplazado hasta Suiza su padre y un hermano, además de para gestionar todos los trámites del traslado. Posiblemente no llegará hasta el lunes o el martes.

Jesús, soltero, llevaba en Suiza año y medio, aunque tiempo atrás, hará unos tres años, ya pasó nueve meses. La falta de oportunidades laborales lo animó a embarcarse de nuevo en la emigración a Suiza, como tantos vecinos de la Costa da Morte, y donde tenía familiares. El francés se le daba muy bien y logró un trabajo de cerrajero. Tenía además el permiso B, que da la residencia por cinco años y otras ventajas. Le iba bien y los padres tenían previsto visitarlo en junio. Jesús es la quinta víctima de la zona en accidentes en Suiza en tres meses. En diciembre, un xalleiro falleció en una obra en Berna. Días después, un pontecesán y su compañera de Sada fueron arrollados por un tren. A finales de febrero, un pontecesán murió en otra obra en Berna.