Todos los grupos parlamentarios le dieron un apoyo incondicional al texto, si bien tanto el BNG como AGE echaron en falta que la tramitación no se hiciera con más diálogo político para no descafeinar tanto la propuesta original.
Y si Morell destacó al final de la votación que los proponentes se toman el acuerdo como «un punto de partida», desde el BNG, la diputada Ana Pontón advirtió que su grupo se mantendrá «vixiante» sobre el cumplimiento de lo acordado. De hecho, uno de los aspectos de la ley es que obliga a la Xunta a remitir un informe anual al Parlamento sobre los avances en la implantación del portugués y en el intercambio recíproco de las emisiones de radio y televisión entre un lado y otro del río Miño.