La ola de imputaciones empuja a Feijoo a aprobar un código ético en la Xunta

GALICIA

El documento restringirá el uso de los regalos y se presentará este mes

13 mar 2014 . Actualizado a las 10:37 h.

Corrupción política. Acto tercero. Como viene ocurriendo desde finales de enero, cuando la jueza Pilar de Lara levantó parcialmente el secreto del sumario de la operación Pokémon, Gobierno y oposición acostumbran a convertir las sesiones de control del Parlamento en un barrizal para salpicarse mutuamente con los casos judiciales. La de ayer, la tercera sesión de control que se celebra desde entonces, no fue una excepción. Salieron a colación la cascada de imputaciones de Santiago, las «mazás podres» de la política, expresión que volvió a utilizar Yolanda Díaz, pero también las que afectan a Izquierda Unida en Asturias o Andalucía. La diferencia es que Feijoo, esta vez, se resguardó tras el escudo de un código ético que impulsará en la Xunta y que, entre otras cosas, restringirá el uso de los regalos para limitar así el posible tráfico de influencias.

El presidente de la Xunta no ofreció demasiados detalles sobre este código de buenas prácticas, más allá de que será aprobado este mismo mes para toda la Administración autonómica. En línea con el documento similar que aprobó hace unos días la Diputación de Ourense, el jefe del Ejecutivo explicó que el código ético se encargar de concretar «as responsabilidades que as leises non concretan» y de entrar en algunas lagunas legales para regular aquello que no figura de forma expresa en las normas.

Buen uso de bienes públicos

De lo que se trata, abundó Núñez Feijoo, es de «non comprometer o bo uso dos bens públicos», pero también de «prohibir ou restrinxir», dijo, todo tipo de regalos que lleguen a manos de los cargos políticos e institucionales. Así se lo explicó a la viceportavoz del grupo AGE, Yolanda Díaz, a la que dedicó este rejonazo: «Restrinxir todo tipo de regalos, sí, para que vostede non teña que volver a saír nun sumario recibindo regalos», señaló el presidente, recordando el episodio del vino con el que una empresa agasajó a Díaz siendo concejala en Ferrol, y que ella dijo haber devuelto.

Y es que previamente, Yolanda Díaz, al igual que hizo el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, intentaron de nuevo poner a Feijoo contra las cuerdas con los casos de corrupción que afectan al PP, deteniéndose en el ojo del huracán: Santiago, donde hay 10 de sus 13 concejales populares están imputados. «Dez homes sin piedade», apuntó Díaz parafraseando el título de la conocida producción dirigida por Sidney Lumet, en tanto Jorquera advirtió que el Concello compostelano estaba en una «situación límite», argumento que le valió para emplazar al líder de los populares gallegos a iniciar «o trámite para disolver» y convocar elecciones.

«¿Xustiza ou axustizar?»

Y no hicieron en Feijoo la más mínima mella el que la oposición recordara sus palabras de hace quince días, en las que advertía que cualquier cargo del PP que se enfrente a un juicio oral tendrá que dimitir o ser cesado. Las confirmó, pero matizando que los siete ediles de Santiago imputados por prevaricación por tomar un acuerdo de forma colegiada, lo hicieron siguiendo los informes jurídicos. «¿Que pretende vostede a xustiza ou axustizar?», le preguntó retóricamente a la líder de EU.

Se enzarzó también Feijoo en una discusión ácida con el socialista Sánchez Bugallo, exalcalde de Santiago, al sacar a relucir el acuerdo del 2009 para designar la defensa jurídica del edil Bernardino Rama. Bugallo tomó la palabra para aclarar que dicho acuerdo no conllevaba pagos, y Feijoo lo hizo para remarcar que era similar al que provocó la imputación de los ediles del PP.

Más solemne si cabe el argumento dado por Feijoo para no obligar a dimitir a imputados que pueden acabar siendo absueltos. «¿Quen lle repón a honra despois?», dijo, precisando que solo en el último año fueron absueltos 20 cargos políticos en Galicia, entre los que citó a los alcaldes de Rairiz de Veiga, Moeche, Baltar, Muras, Vilanova de Arousa, Lugo, Ferrol o el exministro José Blanco. Todos quedaron absueltos o sus causas fueron sobreseídas.