Un pedófilo coruñés se hacía pasar por padre para fotografiar niñas en los colegios

Cuando la policía escarbó en el ordenador de un coruñés detenido hace dos semanas se encontró decenas de fotografías de niñas tomadas en colegios de la ciudad. Algunas de ellas, tratadas con programas informáticos para mejorar la calidad. ¿Las tomó él? Si es así, ¿cómo y cuándo las hizo? En esas está la policía, en averiguar el autor de las imágenes -a fecha de hoy, los agentes están convencidos de que las hizo el ahora encarcelado- y en poner nombre a los colegios o centros de ocio a los que acudió para hacer las fotografías.

Sea cuales sean -los investigadores ya tienen identificados varios centros educativos a cuyos alrededores acudía el pedófilo-, lo que parece claro es que el autor se hacía pasar por padre de alumno para no levantar sospechas al rondar por las inmediaciones de los centros escolares. Y por la forma en la que las tomaba -muchas de ellas tenían muy mala calidad-, se entiende que las hacía se manera muy disimulada.

Lo que sí parece ya descartado es que causase daño o mantuviese algún tipo de contacto ni con las menores a las que fotografía ni con otras.

Su gran castigo, ese por el que el juez lo envió a prisión hace dos semanas, fue por tenencia de material pedófilo -miles de vídeos y fotos de niñas- y por corrupción de menores.

A este hombre lo detuvieron gracias al técnico de una tienda de reparación de informática. El encarcelado había llevado ahí su ordenador para arreglar y se quedó de piedra al ver lo que contenía. Llamó de inmediato a la policía y aquel fue detenido. Al día siguiente, el juez lo puso en libertad con cargos. Pero no quedó ahí la cosa. La policía se quedó con el ordenador para destriparlo y sacar todo lo que tenía dentro y fue cuando los agentes se encontraron con esas fotografías de menores coruñesas en la calle, sobre todo en las inmediaciones de algunos colegios. Así que de nuevo fue arrestado. Y en esta ocasión, el juez lo envió a prisión sin fianza.

Y ahí está mientras la investigación sigue su curso. La policía no descarta encontrar nuevos datos y delitos en el ordenador del hombre.

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