Las obras que frenó la crisis

Redacción / La Voz

GALICIA

La falta de fondos frustró la puesta en marcha de algunas y que se concluyesen otras. En ciertos casos, cuyo máximo exponente es el Gaiás, se puso fin a derroches sin sentido

03 mar 2014 . Actualizado a las 11:26 h.

La licitación de obra pública cayó en Galicia un 55,4 % durante el 2013 en comparación con el año anterior. El dato del Observatorio de la Construcción de la patronal Seopan es mucho mayor al compararlo con el 2006, período en el que el volumen de inversión pública en toda España alcanzó su punto más elevado. Entonces el descenso en la comunidad gallega es de un 74,2 %. Dicha caída ha provocado que decenas de obras se hayan quedado en el papel o, aunque no hayan quedado descartadas, estén paralizadas.

La merma de fondos también ha contribuido a racionalizar el gasto público. El ejemplo más claro es la cancelación definitiva por parte de la Xunta de los obras de los dos edificios que estaban parados en la Ciudad de la Cultura. El Gobierno autónomo deja en manos de las empresas que tenían adjudicados los trabajos la alternativa de realizar obras en la zona. Esa opción supone a las arcas públicas un ahorro de unos 170,2 millones de euros, una cantidad que no incluye el mantenimiento.

Necesarias o no, el listado de obras que se han quedado en la maqueta es muy amplio. En algunos casos es solo de forma temporal, en otros el carpetazo es definitivo. El paseo marítimo de Vilaxoán es quizá uno de los proyectos que más tiempo lleva encerrado en un cajón. La idea fue impulsada en 1995 y plasmada por primera vez en un protocolo del Ministerio de Medio Ambiente de 1996. Quince años más tarde, el entonces delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro, avanzó que las obras comenzarían ese año. Cuando están a punto de cumplirse cuatro años de aquel adelanto, no hay ni rastro.

De finales de los noventa data otra ambiciosa obra que se quedó en nada en la ciudad de As Burgas. Fue el Ourense cara o Novo Milenio, un macroproyecto urbanístico que incluía la creación de un inmueble administrativo de la Xunta en el campo de fútbol de O Couto con más de 200 viviendas, además de una ciudad deportiva en Seixalbo, adonde se trasladaría dicho campo de fútbol. El proyecto fue retomado por el BNG, que lo bautizó como Auria Verde. Y también se truncó.

Tampoco salió adelante el proyecto que el alcalde vigués, Abel Caballero, encargó al arquitecto Rafael Moneo para remodelar la Praza do Rei, lo que incluía levantar un nuevo ayuntamiento. No hay tampoco huella alguna de la remodelación del puerto de Vigo ideada por Jean Nouvel. Ni del Centro Internacional de las Culturas Europeas (Circe), uno de los grandes proyectos del exministro socialista de Cultura, César Antonio Molina, para A Coruña. Ni de una torre de quince plantas para acoger la sede del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña.

Hay proyectos que, aunque no están descartados, se han aparcado. Un ejemplo son las estaciones del AVE de Ourense, Santiago y Lugo. Además, en el caso de las dos primeras, los diseños de Norman Foster y Juan Herreros que estaban previstos serán replanteados. Detenidas están también infraestructuras como la autovía Lugo-Ourense. O la de la Costa da Morte, que también está paralizada, aunque la obra está ya adjudicada a una UTE. El problema es que no encuentran financiación y únicamente han podido realizar gran parte del desmonte.

Pero la lista es mucho mayor: La residencia universitaria de A Coruña, el macroambulatorio de Vilagarcía, un auditorio en el cuartel de San Fernando, en Lugo, declarado BIC...