Currás puenteó a la edila de Educación en el expediente de la guardería investigada

La Voz X. M. / SANTIAGO

GALICIA

27 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El alcalde de Santiago, Ángel Currás (PP), declaró ante la jueza que investiga la presunta trama de corrupción política Pokémon que, tras dejar la concejalía de Educación para sustituir como alcalde a Gerardo Conde Roa -que dimitió tras hacerse público que defraudó a Hacienda-, ya no volvió a intervenir en el expediente de la guardería de Salgueiriños, cuya adjudicación al grupo Vendex la magistrada estima que fue fraudulenta y que se aprovechó para que desde el Concello se enchufara a varias personas.

Currás intentó exculparse ante la jueza, que le imputa un delito de tráfico de influencias, alegando que ni conocía ni participó en la tramitación de la adjudicación a Vendex de la guardería de Salgueiriños. «Mire, señoría, yo ese procedimiento [el negociado], vamos, la información que tengo es últimamente a raíz de la detención del funcionario, pero realmente ahí mi intervención no ha existido, yo no puedo estar, lógicamente, en todos los expedientes del Ayuntamiento. Siempre que he preguntado, a raíz de la detención del funcionario de Contratación, si pasaba algo, hablé con el secretario, vamos, el jefe de la asesoría jurídica, me dijo eso está correcto, hablé con Rebeca [Domínguez], me dijo que eso se había tramitado correctamente, pero la verdad es que no tuve ninguna participación en ello», declaró el regidor.

Ese desconocimiento queda desacreditado por el resto de las declaraciones de imputados de Santiago relacionados con el asunto. De hecho, la que era concejala de Educación, Rebeca Domínguez, dijo a la jueza que se molestó porque Currás la puenteaba y hablaba directamente con su técnico Xosé Manuel Rodríguez Abella, también imputado.

El técnico dice que le presionó

El testimonio de Domínguez queda acreditado por el del propio funcionario, que admitió que recibía llamadas directamente de Ángel Currás para preguntarle por el expediente de Salgueiriños. Rodríguez Abella fue incluso más lejos y confesó ante la magistrada de la Pokémon que llegó a sentirse «moi presionado» por el regidor, que le exigía celeridad para tramitar el expediente y poder abrir el centro escolar.

El técnico relató a la magistrada que vivió «unha tensión bastante grande» y que hubo «desencontros» con Currás, que el funcionario relata recordando como «no mes de xullo o alcalde, enfadado, me chama e me di que como vai o proceso». Una llamada directa que evidencia que no es cierto que el regidor no tuviera ni participación ni conocimiento del asunto.

La edila de Educación -ahora de Xuventude- declaró además a la jueza que su actuación en todo el expediente de la guardería fue siempre siguiendo las instrucciones de Currás, que le transmitía el jefe de gabinete del alcalde, Francisco Castro, también imputado. El regidor asegura que eso es «rotundamente falso», que le «indigna» y desconoce «los motivos por los que dice eso, esto es una calumnia», afirma.