El jefe de gabinete de Currás lo contradice y alega que no hacía nada sin que lo supiera

x. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

14 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La particular descripción de las funciones de su jefe de gabinete, Francisco Castro, que hizo ante la jueza de la Pokémon el alcalde de Santiago, Ángel Currás (PP), quedó completamente contradicha por el que es su principal asesor y un cargo de su absoluta confianza. El regidor aseguró que tenía plena autonomía, que no actuaba en su representación en las reuniones de trabajo del Concello y que no le daba cuenta de todo lo que hacía. Castro, cuando la magistrada hábilmente le planteó esta posibilidad, respondió absolutamente extrañado: «Yo todo lo que hago lo comento con el alcalde», «no hago nada sin que lo sepa» y que no puede actuar «en contra» de su criterio».

La magistrada lo preguntaba porque Currás le había declarado con anterioridad que su jefe de gabinete no le daba cuentas de todo y que poco menos trabajaba a su aire. Llegó incluso a descargar sobre Castro la gestión de los enchufes en la guardería de Salgueiriños y cuando escuchó las conversaciones telefónicas entre su principal asesor y los jefes de Vendex hablando de que tenían que ir a recoger unos currículos a la alcaldía echó a los pies de los caballos a su teórica mano derecha y afirmó estar «perplejo y desconcertado» con un «comportamiento» que dijo no haber «percibido» antes en él.

Castro fue más leal con su superior y trató en todo momento de descargarle de toda responsabilidad para inculpar en la gestión de los enchufes a la exconcejala de Educación, Rebeca Domínguez, con la que Ángel Currás mantiene un enfrentamiento que ni siquiera oculta.