Los díscolos del PSOE de Ourense alegan citas con el pediatra o viajes para no reunirse con el alcalde

Rubén Nóvoa Pérez
r. nóvoa OURENSE / LA VOZ

GALICIA

A la espera de que Ferraz apunte con el dedo acusador y dicte sentencia sobre el expediente, ninguna de las partes parece dispuesta a dar un paso en falso

12 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En el PSOE de la capital ourensana los dos grupos que mantienen un pulso desde hace ya casi dos meses juegan con las cartas marcadas. A la espera de que Ferraz apunte con el dedo acusador y dicte sentencia sobre el expediente abierto sobre los cinco concejales díscolos, ninguno parece dispuesto a dar un paso en falso. Desde el despacho de la alcaldía se guarda silencio y se mantiene la aparente sensación de normalidad. Desde el bando de los críticos, cuyo liderazgo se ha atribuido desde el primer momento a Rodríguez Penín, también parece que la cuerda no se tensará más de la cuenta. Por ello, en el pleno del pasado viernes mantuvieron la disciplina y validaron con sus votos una unidad de acción que está muy lejos de suponer el fin de la crisis.

Ayer hubo un nuevo ejemplo de la guerra fría que mantienen ambos bandos. La convocatoria del regidor socialista a una reunión ordinaria y semanal del grupo municipal volvió a traducirse en un plante de los cinco ediles díscolos, que a excepción de Rodríguez Penín -es el único de los ediles que está sin competencias y al que se le ha retirado la dedicación exclusiva- pusieron sobre la mesa diferentes justificaciones para su ausencia. María Devesa se encuentra de baja por un esguince, motivo que sin embargo no le impidió asistir al pleno municipal del pasado viernes. Susana Bayo, que la semana pasada se encontraba de viaje institucional en Bruselas, alegó en esta ocasión una cita con el pediatra de su hija para ausentarse de la reunión. Alfonso Vilachá también repitió ausencia. Si hace una semana entregó un justificante médico en Rexistro, en esta ocasión optó por avisar de que tenía una reunión en el departamento de Personal que le impedía acudir a la cita.

La última ausencia fue la de Mónica Vázquez. La edila de Turismo, que sí había asistido a la reunión convocada por el regidor la semana pasada, se disculpó por encontrarse de viaje particular fuera de la ciudad.

Entre los ediles críticos consultados por La Voz ninguno quiso hacer declaraciones para valorar sus ausencias y se remiten al proceso abierto por el partido para resolver sobre el expediente abierto. Los cinco se encuentran suspendidos de militancia en el PSOE.

Al margen de la bajas del grupo de los díscolos, fuentes municipales indicaron que la reunión transcurrió con normalidad y tuvo una duración de poco más de media hora. Sobre la mesa de debate se incluyó el plan de empleo municipal, y la agenda política de los próximos días en la capital.