Hace 37 años que la vocación llevó a Francisco José Dacoba Cerviño, ourensano de 54 años, a entrar en el Ejército. Hoy es general de brigada de Infantería y se encuentra en el Líbano como general jefe de la Brigada Multinacional del Sector Este en la misión Unifil de la ONU. Allí está desde noviembre del 2013, y permanecerá hasta el mes de mayo.
-El suyo es un trabajo muy vocacional.
-Lo más gratificante es ver cómo tu trabajo, tu sacrificio, el estar tanto tiempo lejos de casa y de la patria, sirven para que un pueblo, en este caso el del sur del Líbano, pueda disfrutar de la paz que, lamentablemente, no tienen en el resto del país: en Beirut, Trípoli, Sidón y la Bekaa.
-¿Tienen contacto con la población local?
-Sí, yo particularmente tengo un contacto muy intenso a todos los niveles, y puedo certificar que su actitud hacia las tropas españolas -y recalco que especialmente hacia las tropas españolas- es de reconocimiento y total cooperación.
-Su trabajo parece extremadamente peligroso.
-Un cierto grado de peligro es inherente a cualquier operación militar. Lo relevante es saber que todos los miembros de mi brigada están perfectamente adiestrados para cumplir nuestros cometidos y minimizando en lo posible el riesgo.
-Hablan ustedes con gran pasión de su labor. ¿Tiene cosas malas?
-Lo más duro tal vez sea ver cómo la situación en Oriente Medio se deteriora cada día sin que los actores regionales y las potencias logren acordar una solución aceptable para todas las partes.
-¿Y la separación de la familia?
-Estoy casado con una ourensana y tenemos un hijo de 27 años. Ella trabaja y él estudia. Sus responsabilidades y las mías aquí nos ayudan a sobrellevarlo.
francisco j. dacoba general de brigada de infantería